Inicio México La app china que ‘superó a su maestro’ Alibaba

La app china que ‘superó a su maestro’ Alibaba

En Beijing, a menudo es más barato pedir comida a domicilio que salir a comprarla. Pero mucho más barato. Abey Lin, un californiano de 19 años que estudia en la Academia de Cine de Beijing, usa la aplicación Meituan en su teléfono para pedir un plato de pato de un restaurante local por 20 yuanes (tres dólares), un 80 por ciento menos de lo que cuesta en el local. Meituan también le cobra un dólar y medio por un platillo de tofu de otro establecimiento, un tercio del precio que aparece en el menú. Lin no podría conseguirlo más barato incluso si pudiera cocinar.

Lin llegó a Beijing mentalmente preparado para las tribulaciones de la capital china, como la contaminación, los duros inviernos y las prohibiciones del gobierno en Instagram y Snapchat. Poco sabía de la vida en la ciudad, pero se adaptó pronto. Suele evitar la cafetería de su residencia estudiantil en favor de un suministro constante de hamburguesas, fideos y brochetas de carne disponibles en cualquier momento, generalmente en un lapso de 30 minutos. Cuando sale a recoger su entrega en las puertas de la universidad, siempre hay un grupo de repartidores afuera esperando a otros estudiantes.

«Esto es mucho más práctico y cuesta menos», dice. «China tiene esta eficiencia que es ridícula».

En todo el país, millones de personas como Lin ordenan dos o tres comidas al día, además de abarrotes, artículos de oficina, cortes de cabello, masajes y cualquier cosa. Detrás de este mercado de reparto a domicilio de 35 mil millones de dólares hay una pelea entre Meituan y Alibaba, la compañía más valiosa de China. Alibaba y sus diversas subsidiarias dominan el mercado minorista en línea en lo que respecta a bienes físicos, pero Meituan lidera en lo que atañe a los servicios. Su aplicación homónima, una pantagruélica mezcolanza de Grubhub, Expedia, MovieTickets.com, Groupon y Yelp, tiene 600 mil repartidores que atienden a 400 millones de clientes al año en dos mil 800 ciudades. La apuesta de Alibaba es debilitar a Meituan hasta vencerla.

Ambas compañías están gastando miles de millones de dólares en una guerra de subsidios que no para de escalar.

La pelea no es solo por negocios. Es personal. Alibaba financió a Meituan en sus primeros años, y la relación terminó cuando el CEO de Meituan, Wang Xing, rompió esa sociedad, enfureciendo a los cofundadores de Alibaba Jack Ma y Joe Tsai.

Wang dice que el choque era inevitable. «En Alibaba tienen una extraña forma de pensar», dice en su primera entrevista desde la oferta pública inicial de Meituan en septiembre. «Si haces cualquier cosa en la esfera del comercio, creen que les estás robando dinero». Wang tiene el aspecto de un tímido programador, pero para los estándares de China, es un incendiario. Afirma que Facebook Inc. es una copia por imitar a otros servicios en línea. Y dice que Ma, el fundador más célebre de China, tiene un «problema de integridad» que ha dañado por años la reputación del país, refiriéndose a la furtiva escisión de una filial de Alibaba sin consentimiento ni conocimiento de los accionistas. Alibaba declinó comentar para este artículo, mientras que Facebook no respondió a una solicitud de comentarios.

Durante más de una década, tres compañías han dominado el internet de China: Alibaba, Baidu y Tencent. Ahora, una generación más joven tiene la oportunidad de enfrentarse a esos gigantes y sus fundadores (Ma y Tsai tienen 54 y 55 años, respectivamente; Wang acaba de cumplir 40). El esfuerzo de Wang por controlar el mercado chino de las aplicaciones de servicios, que se espera supere los 800 mil millones de dólares en transacciones anuales dentro de cinco años, probablemente impacte negativamente las ventas de los minoristas en línea, sobre todo Alibaba. De ahí la guerra de subsidios.

La apuesta de muchos inversores está en Alibaba, cuyo valor de mercado es más de doce veces mayor al de Meituan, situado en 36 mil millones de dólares. Dada la molestia de los inversores con el agresivo gasto de Wang, el precio de las acciones de Meituan ha bajado alrededor de un 30 por ciento desde su OPI, que recaudó más de cuatro mil millones de dólares y convirtió a Wang en multimillonario. Pero sus partidarios dicen que el CEO es obstinado. «Intimida, una vez que se obsesiona con algo, puede luchar contigo sin tregua. Tiene esa paciencia para llegar hasta el final», dice Kathy Xu, fundadora de Capital Today Group, una firma de capital riesgo respaldada por Meituan.

La vida de Wang es también la de la transición de China de una nación pobre y agraria a una potencia económica. La iniciativa privada fue ilegal hasta 1980, Wang nació un año antes.

Su abuelo, director de escuela y dramaturgo, murió durante la Revolución Cultural de Mao Zedong, cuando los intelectuales fueron víctimas de purgas. «Nadie sabe realmente lo que pasó», dice Wang. «La versión oficial fue que se suicidó». A los 16 años, el padre de Wang tuvo que apoyar a su madre y a sus tres hermanos menores. Probó la minería, la jardinería y otras empresas antes de encontrar el éxito en la industria del cemento, donde su hijo pudo ver de cerca lo que se necesita para crear un negocio.

Wang estudió en la Universidad de Tsinghua, el equivalente chino del MIT, y luego inició un doctorado en ingeniería informática en la Universidad de Delaware. Pero en 2003 lo abandonó, inspirado por Friendster, un precursor de Facebook, para crear una red social para China. Se asoció con un antiguo compañero de universidad, Wang Huiwen, juntos alquilaron un espacio de oficinas cerca del campus de Tsinghua y crearon un sitio web.

No salió bien. Su sitio, Xiaonei, atrajo a decenas de miles de estudiantes universitarios, pero los 800 mil yuanes que recaudaron de familiares y amigos pronto se agotaron y tuvieron que vender. Otro emprendimiento de 2007, el sitio de microblogs Fanfou, tuvo que suspender operaciones en 2009 abrumado con la censura del gobierno. Después de eso, dice Wang, «Quería hacer algo menos polémico».

En 2010 creó Meituan tomando como ejemplo a Groupon Inc., entonces una de las startups más prometedoras de Estados Unidos. Ese campo pronto se saturó, dando pie a lo que se conoció localmente como la “guerra de los mil groupon”. Cientos de startups que copiaban el modelo se robaban a los empleados del rival, difundían rumores sobre las inminentes quiebras de la competencia y atraían clientes con precios insosteniblemente bajos. El personal de Meituan trabajaba desde las 7:30 a.m. hasta después de la medianoche. «Era (una guerra) de vida o muerte», dice Gan Jiawei, un veterano de Alibaba que se unió a Wang en 2011.

Wang había aprendido de sus errores. Se expandió rápidamente, a cientos de ciudades en 2011, pero su gasto era más prudente que el de sus competidores. Mientras que dos de los principales sitios chinos de descuento se fueron a pique y Groupon cerró su negocio en China, Wang se centró en la comida para desarrollar una clientela consolidada. «Pensaron que el negocio era la compra grupal», dice sobre los competidores. «Nosotros pensamos que el negocio era el comercio electrónico de servicios».

Para 2013 pasó de los descuentos por volumen en los restaurantes a la entrega directa de comida. Se ganó a los establecimientos con tecnología gratuita y confiable que les ayuda a mantener sus libros y reabastecer el inventario, además de tomar pedidos.

Una vez que Meituan tuvo el control del mercado de reparto de comida, Wang comenzó a gastar más agresivamente. La aplicación comenzó a ofrecer reservaciones de hoteles y pasajes aéreos.

Fue la primera en China en facilitar la venta de entradas de cine, y en pocos años había cambiado ese mercado del 10 por ciento digital a más del 60 por ciento. A mediados de 2015, poco después de que Meituan recaudara 700 millones de dólares en capital riesgo de Alibaba y otros, Wang había gastado tanto dinero que necesitaba otra ronda de capital.

Alibaba se negó a invertir más dinero en Meituan, pues la joven compañía se negaba a integrar completamente su aplicación con la de Alibaba, ya que Wang Xing temía perder el control del negocio si eso sucedía. En cambio, Meituan negoció un acuerdo con el archirrival de Alibaba, Tencent Holdings Ltd., que pactó encabezar la recaudación de fondos de Meituan con mil millones de dólares, fusionando el servicio de reparto de Tencent con Meituan y permitiendo que la compañía combinada operara de manera independiente. «Fue una reunión muy sencilla», dice Wang. “Lo que ellos tenían, lo necesitábamos. Lo que nosotros teníamos, lo necesitaban”. Cuando Meituan convocó una junta para oficializar el acuerdo, Alibaba fue avisada doce horas antes y no tuvo ninguna voz en el asunto, según personas familiarizadas con el tema. Wang tenía lo que quería. Pero también se ganó varios enemigos.

En la sede de Meituan en Chaoyang, al este de Beijing, los empleados usan Meituan para pedir comida. Los repartidores sortean a los peatones para entregarla con un verdadero sentido de urgencia. Un repartidor dice que gana entre 15 y 30 dólares al día, y apenas 75 centavos de dólar por un viaje corto.

En el interior, las paredes del centro de operaciones están cubiertas de pantallas, hay mapas azules y blancos con pedidos, repartos, vendedores y clientes en tiempo real. Un mapa de China centellea con la actividad de la compañía en cada provincia. Otra pantalla muestra imágenes en directo de los repartidores de Beijing que pasan de una parada a otra. Un software de inteligencia artificial ayuda a determinar sus itinerarios. Un repartidor promedio hace 25 entregas al día (hace tres años eran 17), que equivale a 20 millones de entregas diarias a través de la red. En contraste, Grubhub Inc., el líder del reparto de comida a domicilio en Estados Unidos, entrega menos de 500 mil comidas diarias. La escala de Meituan también eclipsa a los dabbawalas de India, que entregan 80 millones de almuerzos al año.

Las matemáticas y el potencial de Meituan pueden ser vertiginosos. Las áreas urbanas de China tienen dos mil 426 personas por kilómetro cuadrado, casi ocho veces la densidad demográfica comparable de Estados Unidos. Mientras que Estados Unidos tiene diez ciudades con un millón de habitantes o más, China tiene 156. Las entregas en China cuestan alrededor de un dólar, en Estados Unidos cuestan cinco, dice iResearch. Para fines de 2018 Meituan concentraba alrededor del 63 por ciento del mercado de reparto de comida del país, según Bernstein Research, a pesar de que Alibaba gastó miles de millones en los últimos años para ampliar su cuota.

El creciente conflicto y sus costos han retrasado otras iniciativas de Wang. Aplazó una incursión en los viajes compartidos tras realizar experimentos en dos ciudades en los que perdió dinero. Dice que ahora está concentrado en lograr que cada repartidor entregue 40 por ciento más pedidos.

Se burla de sus rivales actuales y antiguos, de los líderes tecnológicos estadounidenses e incluso de sí mismo. Ma de Alibaba aparece en la conversación. «Creo que tiene un problema de integridad», dice Wang, añadiendo que Ma dañó la reputación mundial de los líderes empresariales de China al escindir a la filial de pagos digitales Alipay sin la aprobación de la directiva de Alibaba. El incidente ocurrió en 2011, para muchos un pasado remoto, pero no para Wang. «Trataron de mentir sobre eso. Incluso intentaron decir que el gobierno chino los obligó a hacerlo. Eso estuvo mal «, dice. «Creo que el impacto de ese incidente todavía se subestima».

Wang dice que su modelo a seguir es el viejo enemigo de Ma, Jeff Bezos, quien constantemente pospone las ganancias y reinvierte en nuevos negocios. Wang planea hacer lo mismo. Entre otras cosas, quiere introducir un servicio de suscripción tipo Amazon Prime. El director financiero, Chen Shaohui, explica que una opción es una membresía que incluya viajes gratis en las bicis compartidas de Mobike. Los accionistas de Meituan tienen más paciencia que los de Alibaba, que ahora entra en su tercera década. La rentabilidad, de cualquier modo, parece un sueño lejano. Meituan ha perdido dinero casi todos los años desde su fundación, y aunque tiene ocho mil 600 millones de dólares en efectivo, el hambre de expansión de Wang podría devorarlos rápidamente. El año pasado, pagó tres mil millones de dólares por Mobike, que también pierde dinero.

Sin embargo, de momento, la compañía de Wang ha cambiado la vida de cientos de millones de personas en las ciudades de China, brindándoles una manera fácil de evitar las calles atestadas de tráfico cuando necesitan comida. «Ya no voy a los supermercados», dice Luo Rui, una oficinista en Beijing que usa Meituan casi todos los días. «Ordenas algo en línea y cuando llegas a casa tu entrega ya está allí». Y aun cuando hay una serie de restaurantes en la planta baja de su oficia, ella prefiere echar mano de la aplicación.