Fuente: Cortesía
Hace un año más o menos, ya se había tocado este tema: One Belt – One Road. Vale la pena volver a comentarlo. A manera de recordatorio, este proyecto, liderado por China, esta inspirado por el antiguo camino de la seda que hace dos mil años recorrían los mercaderes chinos para llevar seda y otras mercancías.
A manera de recordatorio, este proyecto, en su versión 1.0, parte desde el centro de China; recorre una de las zonas más pobres del planeta (Pakistán, Afghanistán, etc.) así como las más volátiles como Irak, Iran, Turquía y anexas; llega a Europa del Este; de ahí a Moscú; luego pasa por Alemania hasta Rotterdam y baja a Venecia. Esto es la parte de One Belt.
Curiosamente, la parte del One Road en realidad es la vía marítima. Partiendo de Venecia; pasa por el estrecho de Suéz; el cuerno de Africa y Somalia con sus piratas; baja a Kenia; llega a Calcuta; Colombo; Kuala Lumpur; Jakarta y va costeando por China.
La numeralia está impresionante: si hablamos de la inversión que tendrá este proyecto, es 900 dólares más 9 ceros: novecientos mil millones de dólares. Hay que poner las cosas en perspectiva: las reservas de Banxico son aproximadamente 175 mil millones de dólares-es decir más de cinco veces-. Pero este dato esta de pensarse: la inversión equivale a prácticamente un 90 por ciento del PIB de México.
Si hablamos en cuanto a la influencia que tendrá, veamos lo siguiente: Conecta a 65 países y se estima que a cuatro mil 400 millones de personas (más del 63 por ciento de la población mundial) representando el 30 por ciento del PIB mundial. Más de 40 países y organizaciones internacionales han firmado acuerdos de cooperación con China. Las cinco áreas clave de cooperación son: coordinación de políticas, conectividad de instalaciones, comercio, integración financiera y lazos entre personas. Se han firmado ocho mil 158 contratos en 61 países en 2016.
Adicionalmente al efecto económico, piense en este punto: ¿dónde es el semillero del terrorismo? Justamente en esa región; pero sí la gente tiene trabajo, no tendrá tiempo ni ganas en atacar al primero que se le atraviese al otro lado del mundo. De ese tamaño esta el efecto positivo de este proyecto. Por cierto, se viene gestando desde 1993.
¿México en dónde anda? Bailando bajo el pandero que mueve AMLO. Si el señor dice que el aeropuerto no va, México tiene que contestarle. Si los proyectos de desarrollo gestados a partir de la Reforma Energética no le parecen al señor o a sus seguidores, entonces a echarlos para atrás. (Si él o alguien más tiene conocimiento de algún ilícito, favor de denunciar y no escudarse en el “es lo que dicen” o en “no pasará nada si denuncio”).
Que coraje que por acá solo nos alcance a estar deshojando la margarita mientras el mundo se mueve a velocidad vertiginosa presentando amplias oprtunidades.
Pero si ni siquiera le intelegimos a la geografía, ya ni hablar de algo más profundo. Que coraje que estemos dejando atrás a las generaciones futuras solo por una combinación de ignorancia y frivolidad que tenemos en la actualidad.
El autor es Doctor en Finanzas por la Universidad de Tulane; cuenta con la Maestría en Alta Dirección de Empresas, en el IPADE. Se desempeñó como Director Gen- eral de entidades del área Internacional en Santander Serfin. Es Director del programa OneMBA y tiene su Despacho asociado con Crowe Horwath para proporcionar asesoría en temas de Finanzas Corporativas.
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