Inicio México La princesa tailandesa que busca gobernar a su país

La princesa tailandesa que busca gobernar a su país

Un partido político en Tailandia nominó a una princesa como su candidata a primera ministra, contradiciendo la tradición, según la cual, la realeza no se inmiscuye en la política, y trastocando todo vaticinio sobre las elecciones del mes entrante.

La princesa Ubolratana Mahidol fue nominada por el Partido Thai Raksa. Esto representa un realinamiento de la política tailandesa en el que la hermana mayor del rey se adhiere a la maquinaria política del exprimer ministro Thaksin Shinawatra, a quien los monarquistas siempre tildaban de opositor al espíritu de la monarquía.

La princesa tendrá que competir con el candidato de las fuerzas armadas, una institución considerada monarquista.

El actual primer ministro Prayuth Chan-o-cha, que en el 2014 encabezó el golpe de estado que derrocó al último gobierno elegido de Tailandia, aceptó este viernes su postulación por el Partido Palang Pracharat, considerado afín a los militares.

Prayuth había sido considerado el favorito para las elecciones del 24 de marzo porque los cambios en la ley constitucional y en las reglas electorales fueron implementados por su gobierno de una manera que dificultan que los partidos políticos, sin respaldo militar, obtengan el puesto del primer ministro.

Pero la alianza de facto de Ubolratana con las fuerzas del exiliado Thaksin, a cuya remontada los militares han buscado bloquear, pone a los partidarios de Prayuth en una posición extremadamente torpe. Debido a que será vista como una representante de la monarquía, la institución más venerada y respetada de la nación, por lo que será difícil bloquear su ascenso político.

«Esto es un cambio de juego», dijo Allen Hicken, un científico político de la Universidad de Michigan que se especializa en estudios del sudeste asiático. «El que los partidos alineados con Thaksin ganen la elección, hace que sea muy difícil para los militares impugnar, protestar o tratar de anular el resultado».

Ubolratana no estaba presente cuando su nombre fue registrado en la Comisión Electoral por el Partido de Thai Raksa. Su líder, Preechapol Pongpanit, dijo que su comité ejecutivo «está de acuerdo en que la princesa Ubolratana, que es inteligente y capaz, es la más apropiada». Ella no hizo apariciones públicas este viernes.

«Desde mi punto de vista, creo que ella entiende la política tailandesa. Ella entiende la democracia», indicó a los periodistas.

Debido a que Tailandia es una monarquía constitucional, el rey y su círculo inmediato no deben involucrarse directamente en la política; sin embargo, el parlamento ha tenido miembros que eran parientes lejanos del monarca. Ubolratana cae en un área gris, ya que comúnmente se le llama y trata como a una princesa, pero sus títulos reales más altos le fueron retirados cuando se casó con un estadounidense hace más de cuatro décadas. Apenas unas horas después de que se registrara, otro partido político que apoyaba a Prayuth presentó una objeción ante la Comisión Electoral, argumentando que la acción rompió las reglas que prohibían el uso de la institución real como parte de una campaña política.

Ubolratana, de 67 años, es la primogénita de cuatro hijos del difunto rey Bhumibol Adulyadej y la reina Sirikit.

En 1972, su padre la rechazó cuando se casó con un estadounidense que estudiaba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Se establecieron en los Estados Unidos, donde ella y su esposo, Peter Jensen, tuvieron tres hijos. Solo después de su divorcio se mudó definitivamente a Tailandia en 2001.

Desde entonces, ella se ha dedicado al trabajo en la caridad, especialmente a su fundación «To Be No. 1» para luchar contra el abuso de las drogas por parte de los jóvenes. También promueve con frecuencia el turismo y el cine tailandés en foros internacionales. En general, como la mayoría de la familia real, se mantuvo públicamente alejada de la reciente agitación política de Tailandia.

Durante la mayor parte del reinado de Bhumibol desde 1946 hasta su muerte en 2016, el venerado y humilde monarca fue una fuerza estabilizadora en la política tailandesa. Pero la elección del magnate de las telecomunicaciones, Thaksin, en 2001, fue transformadora para Tailandia.

Sus políticas populistas le dieron una mayoría electoral inigualable, pero fue rechazado por la clase dominante tradicional, incluidos los realistas y los militares. Las violentas protestas callejeras y dos golpes militares han marcado los años desde entonces. Thaksin se exilió en 2008 para evitar cumplir una pena de prisión por un acto de corrupción en el que insiste que tenía motivaciones políticas.

Su maquinaria política bien financiada devolvió al poder a sus aliados, y su maniobra se considera el elemento clave para organizar la selección de Ubolratana por parte de un partido afiliado a Thaksin.

La mayoría de los observadores de la política tailandesa están de acuerdo en que Thaksin usó agresivamente las buenas relaciones con el hermano de Ubolratana, el actual rey Maha Vajiralongkorn, y la amistad con la princesa. Estos vínculos se formaron cuando los realistas y otros leales a Bhumibol acusaron a Thaksin de mostrar falta de respeto por el trono, e incluso de albergar tendencias secretas republicanas.

El jefe del Partido Thai Raksa, Preechapol, ignoró las preguntas sobre Thaksin.

«No creo que Khun Thaksin esté involucrado en esto», dijo. «No creo que sea apropiado hablar de una tercera persona», agregó.

Cuando el rey Maha Vajiralongkorn ascendió al trono, hizo alianza con los militares.

La entrada sorpresa de su hermana Ubolratana a la política, que se supone que tiene la aprobación del rey, plantea dudas sobre si la asociación del palacio con el ejército está en peligro.

«Suponiendo que tiene la bendición del Rey, esto sugiere que la corona está tratando de seguir su propio curso a través de las turbulentas aguas políticas de Tailandia, colocándose a cierta distancia entre ella y el ejército», dijo Hicken.

Sin embargo, reconoció que es demasiado pronto para decir qué resultado final tiene el rey en mente.