La liberación de Elba Esther Gordillo coincide con una transformación radical que están apunto de vivir los sindicatos en México, opinó Gabriel Reyes Orona, exfiscal de la Federación.
«Va a haber hacia el interior del sindicato de maestros un replanteamiento muy a fondo, en el cual van a revisar cuál fue el efecto de la intromisión del gobierno federal, pero no solamente va a ser en el SNTE, sino que vamos a enfrentar un replanteamiento sindical de grandes proporciones, no solamente en el área siderúrgica, por Napoleón Gómez Urrutia, no solamente en los sindicatos de la CFE y Pemex, sino que vamos a ver un cambio de la vida productiva nacional, no desde el sector empresarial, ahora vamos a ver cómo los sindicatos van a tener un impacto en la vida productiva del sector nacional», detalló.
Agregó que las organizaciones sindicales tendrán un gran peso en las decisiones del país.
«Hablamos de que van a regresar grandes líderes a sus nichos naturales, tenemos el caso de Napoleón Gómez Urrutia, que es muy importante darle seguimiento. Recordemos que él está muy vinculado a grandes centrales sindicales en Estados Unidos, en Canadá y México. Así como se está negociando el Tratado de Libre Comercio (de América del Norte) por parte de los financieros, los representantes de la Secretaría de Economía, se habla ya de que las grandes centrales sindicales están platicando entre ellos porque se está tratando de pensar en organizaciones sindicales trilaterales«, describió.
Indicó que ante la transformación radical que está por vivir el sindicalismo mexicano es necesario un respeto del gobierno federal hacia estas organizaciones.
«Vemos, con preocupación, como el presidente de la República no se hace cargo de una decisión que claramente tomó, (dice) que no hay una persecución política, lo cual suena mal viniendo de él porque es claro que la Procuraduría General de la República actuó bajo una línea, una consigna, y lamentablemente en este país, el señor presidente no reconoce dos grandes errores que tuvo: la intromisión en la vida de los sindicatos y la falta de capacidad que tuvo para atender la agresión a periodistas», argumentó.
Sobre el caso de Gordillo, señaló que éste se basó en premisas insostenibles por lo que era clara que la maestra saliera libre.
«Este procedimiento se basa en premisas insostenibles porque el dinero que ha copeado el sindicato de sus agremiados no es ilegal. Decir que utilizar el dinero en provecho propio es lavado de dinero, pues implicaría que hubo un acto ilícito de pór medio que el gobierno no pudo probar. La construcción misma del proceso no tiene lógica. El gobierno federal es responsable de un procedimiento persecutorio basado en una fantasía», abundó.
