Ante la problemática cotidiana de los padres por encontrar opciones para educar y entretener a sus hijos al mismo tiempo, calma, hay variedad. Desde hace cinco años hay un tipo de juguete que se desarrolla bajo la premisa Steam, cuya finalidad es estimular la creatividad y fomentar el trabajo en equipo.
Son llamados así por sus siglas en inglés, derivadas de las palabras science, technology, engineering, arts y maths. Comenzaron a popularizarse porque mediante su uso los pequeños encuentran soluciones a problemas y activan el pensamiento crítico.
Hay opciones para niños desde los tres años. La diversidad en colores, formas y activaciones es amplia. Sobre la pertinencia de preferir este tipo de juguetes en lugar de los tradicionales, los especialistas en educación señalan que son auxiliares para adquirir conocimientos básicos, porque es más fácil que los retengan de forma lúdica. Además, los preparan para el futuro porque despiertan su vocación.
La manera más fácil de encontrarlos es leer las etiquetas en la jugueterías o en las tiendas de autoservicio, aunque también hay amplia disponibilidad en Internet. Los creadores están en constante evolución. Por ejemplo, la marca Crayola Toys hace este mes su primera incursión en este terreno, con un paquete para los interesados en el arte.
“Se llama Color Chemistry y son 50 juegos en uno con instrucciones para hacer experimentos y provocar una erupción en un volcán. Para fomentar la interacción entre el mundo digital y la realidad también tiene una aplicación disponible en Apple y Google Play”, cuenta Adrián Romero, director de marketing.
Este material está recomendado para mayores de 7 años, al igual que productos como el Aerografiti y el Marker Maker, con el que pueden crear sus propios plumones.
“Lo más importante de este tipo de juguetes es que estimulan la creatividad y empujan al pequeño a conocer más y los papás pueden estar seguros de adquirir un producto que despierta su curiosidad”, puntualiza Romero.
