Pese a los esfuerzos que se realizan en la entidad, tanto por el gobierno estatal como por diferentes organizaciones ciudadanas para combatir la violencia familiar, pareciera que Nuevo León no logra controlar este delito.
Y es que, en el transcurso de los primeros cinco meses del año, las denuncias por violencia familiar mantienen una tendencia al alza.
Según datos de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, en enero se reportaron 961 denuncias por violencia familiar, y para febrero, marzo, abril y mayo, la estadística se incrementó a mil 162, mil 216, mil 250, y mil 563, respectivamente.
La incidencia por este delito demuestra que, comparado con enero, actualmente, según la cifra de mayo, la violencia familiar se disparó en un 61 por ciento.
Irma Ochoa, directora de la organización Arthemisas por la Equidad, indicó que comúnmente, el 90 por ciento de las víctimas por este delito son mujeres y menores de edad.
Ochoa detalló que dependiendo del perfil del victimario, el consumo de alcohol y de drogas puede ser un detonante de violencia familiar.
Cabe destacar que en su edición del pasado 23 de mayo, El Financiero publicó que, según la titular de la Oficina de Naciones Unidas (ONU) contra la Droga y el Delito, Violeta Zarco, advirtió que los casos de violencia familiar pueden terminar en homicidios o feminicidios.
“Los datos nos están diciendo que el verdadero problema, no quiero decir que los feminicidios no lo sean, pero el problema más grave está quedándose en el ámbito familiar y la violencia familiar”, explicó la representante de la ONU.
“Porque la violencia familiar sigue siendo el principal factor de riesgo para el feminicidio”.
Según Zarco, la violencia familiar constituye el 86 por ciento de los delitos cometidos de agresiones contra las mujeres.
