El próximo titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva, informó a la Cámara de Diputados que hasta ayer México ha recibido más de tres mil solicitudes de refugo por parte de integrantes de las caravanas migrantes.
Al participar como invitado en una reunión de trabajo con legisladores de la Comisión de Asuntos Migratorios, el próximo funcionario federal informó que anualmente se reciben un total de 18 mil solitudes, por lo pidió fortalecer a la Comar para atender esta situación, que a la luz de las caravanas migrantes y las tendencias crecientes “es desafiante”.
México –enfatizó- “ya no sólo es un país de tránsito, sino también de destino”, y aseguró que “la Comar está prácticamente en un estado de colapso, por las dinámicas de movimientos poblacionales, de desplazamiento forzado que se han dado con intensidad desde hace varios años”.
Ramírez Silva indicó también que en 2012, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados advirtió que la dinámica de desplazamiento al interior de los países de migrante de Centroamérica, iba a tener como consecuencia flujos muy importantes hacia el norte del continente (México, Estados Unidos y Canadá), por lo que se tenían que tomar medidas para responder a estos movimientos.
Mencionó que quienes solicitan la condición de refugiado, principalmente son de nacionalidad hondureña, le siguen venezolanos, salvadoreños y guatemaltecos.
Explicó que el presupuesto destinado a la Comar es de 25 millones de pesos, por lo que planteó fortalecer e incrementar el recurso a 100 millones de pesos. Precisó que se requiere reforzar la capacidad operativa, contratación de más personal con el perfil adecuado, desarrollar un programa de adiestramiento amplio y tener mayor presencia a nivel nacional.
Comentó que ya entabló acuerdos con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados, para que se otorgue un adelanto financiero que permita fortalecer a la Comar desde el primer día de diciembre, por lo menos unos meses.
Explicó que la política de atención a refugiados tiene que ser estratégica y tratar de desconcentrarlos en ciertos puntos, para evitar desempleo, xenofobia y brotes de enfrentamientos. Por eso, insistió, en la necesidad de una estrategia bien planificada.
