La mejora en la perspectiva de la calificación de México por parte de Moody’s es reflejo del trabajo que se ha hecho en reducir la deuda pública y en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque todavía hay algunos riesgos para México.
A inicios de 2017, la agencia había cambiado a negativa la perspectiva de la calificación crediticia debido a los niveles de endeudamiento público y la incertidumbre por el TLCAN, indicó Miguel Messmacher, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en entrevista con Víctor Piz para el programa Al sonar la campana.
“Desde el punto de vista de finanzas públicas se dio una reducción muy importante en el saldo de deuda pública PIF y esperamos que eso se mantenga en 2018 y ya desde el punto de vista del Tratado de Libre Comercio pues se ha venido siguiendo un proceso de negociación que va bastante avanzado. Y realmente que Moody’s tome la decisión de quitar la perspectiva negativa es un reflejo del trabajo que se hizo en estos dos frentes”, indicó Messmaher en la entrevista.
Añadió que hay elementos constitucionales como la autonomía del Banco de México, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y otros que permiten que no sea tan fácil hacer cambios en la política fiscal, además de que las reformas se hicieron a nivel constitucional.
Sin embargo, el funcionario indica que la agencia calificadora sí ve un posible deterioro institucional si se debilita la autonomía de Banxico o el marco fiscal establecido a través de la Ley Federal de Presupuesto.
Messmacher indicó que las tres principales calificadoras, Moody’s, S&P y Fitch, resaltan el trabajo que ha hecho México en reducir el déficit público, así como la implementación de las reformas estructurales y la mejor gradual en la relación con EU en el TLCAN.
Prevé que esto ancle el costo del financiamiento que pueden recibir el gobierno federal como los colocadores privados.
“Obviamente eso da mucha certidumbre para todos aquellos que estén interesados o necesiten conseguir financiamiento. Esto da certidumbre de que lo puedan estar haciendo bajo mejores condiciones”, señaló.
Aunque señaló que aún hay riesgos para la economía de México como la normalización de la política monetaria de los Bancos Centrales de países industrializados, como la Reserva Federal estadounidense, así como los ajustes vinculados a la reforma fiscal en ese país y la incertidumbre por las elecciones de julio próximo.
