Inicio México Monterrey requiere la confianza de todos

Monterrey requiere la confianza de todos

Hiram Peón Lara.Fuente: Cortesía

Esta columna para El Financiero la inicié hace cinco años, en 2014. Reflejo Interior es producto de una reflexión filosófica y significa que todo lo que nos rodea y lo que expresamos a través de la conducta y las palabras solo es un resultado de lo que sucede en nuestro interior, en nuestra mente y con nuestras emociones. Hoy retomo el hilo para tejer un nuevo capítulo.

En la sociedad sucede lo mismo que con el hombre. Lo que nos caracteriza a los regiomontanos es un reflejo de lo que vivimos en nuestro interior. Si somos honestos, trabajadores, comprometidos con nuestras metas, comprometidos con un equipo de fútbol o con nuestra responsabilidad familiar, es porque en nuestro interior esas creencias, en mayor o menor medida, guían toda nuestra vida.

Debo mencionar que los problemas que como sociedad vivimos en Monterrey son también producto de un lado obscuro, personal, en donde se vale la doble moral, la prepotencia, la infidelidad, el político corrupto, el gobernante mentiroso, el policía abusador, el vendedor de facturas apócrifas, el traficante de influencias o hasta el de los enervantes, con sus respectivos clientes.

Nos agrupamos en segmentos sociales y creamos micro-culturas que compartimos. Un carro significa posición económica y nos resistimos a ideas socializantes como el compartir la transportación.

Nos resistimos a los cambios culturales porque menoscaban nuestra posición social. Nos sentimos abrumados ante la ignorancia y la pobreza de quienes menos poseen, pero asistimos presurosos a kermeses para apoyar colonias o asociaciones que protegen ancianos o niños.

Estas reflexiones son la guía que me llevó a escribir esta columna. La inconsistencia de nuestras creencias personales, la aberración de algunas conductas sociales. La muestra más dolorosa es haber elegido a Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, como gobernador y luego darnos cuenta que sus promesas de campaña solo fueron mentiras, pero ¿aprendimos algo de esta experiencia? No, no aprendimos nada, porque luego votamos e hicimos ganar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

¿Quiénes fallaron? Los analistas políticos que nos bombardearon de información “fidedigna”, y nos influyeron para votar, o en realidad fallamos nosotros, los votantes.

Nuestra ciudad metropolitana sufre como una mujer violada. Los grupos sindicales son ahora los que pueden enfrentar a un gobierno federal autocrático de doble o triple moral, que nos engaña en nuestras narices. Son los sindicatos los que pueden convertirse en un valladar que proteja la productividad y competitividad de Nuevo León. ¿Pero qué hacen los sindicatos? Se aprovechan de la situación, como ocurrió recientemente en Reynosa y Matamoros. Por ejemplo, en nuestra ciudad, el sindicato de la CROC, ya está invitando, mediante volantes a los trabajadores de las empresas, con el fin de mover a estos grupos sociales en favor de su propio interés. Pero ¿qué hacen los empresarios de Nuevo León?

En lugar de crear nuevos nexos con los sindicatos, se agrupan para apoyar los absurdos programas sociales de AMLO.

Estas son las cosas ilógicas que vemos en el día a día. Caintra ofrece empleos y becas para ninis ¿A cambio de qué? Seguramente de prebendas fiscales.

Confianza es lo que nos falta, no confiamos en los empresarios, no confiamos en el vecino, no confiamos en el amigo y mucho menos en los intereses “buenos y puros” de los sindicatos.

Se murieron los grandes líderes morales de nuestra sociedad, los que creaban confianza con su palabra y acciones, el último de ellos, que en paz descanse, el Arquitecto Eduardo Padilla. Dedicamos la columna de hoy a su memoria.

El Arquitecto Padilla construyó edificios que albergaban el humanismo empresarial. Amigo íntimo de otro grande, el Ingeniero Adrián Sada Treviño, “el maistro” que tanto querían y respetaban los industriales, trabajadores y sindicatos.

Despertar conciencias es mi humilde intención. Despierta Monterrey. Despierta. Mueve tus montañas.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM.

Opine usted: [email protected]

Twitter: @Hirampeon

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.