Los banqueros de inversión de Morgan Stanley estaban dispuestos a ganar algunos millones en comisiones por la Oferta Pública Inicial (OPI) de Uber la semana pasada, pero están enfrentando pérdidas tras el desplome de los títulos de la firma.
En 2016, Morgan Stanley le ofreció a su clientela élite la oportunidad de ingresar de forma temprana a la eventual inclusión de Uber en el mercado, ya que el banco de inversión recaudó previamente fondos privados para la plataforma de transporte.
Pero las acciones de Uber cayeron más de un 7 por ciento en su debut, dejando a los primeros compradores con serias pérdidas tras la salida a bolsa de la plataforma.
Este lunes, alrededor de las 09:35 horas, las acciones de Uber cayeron un 8.3 por ciento más en las operaciones de Wall Street.
Morgan Stanley había ofrecido la oportunidad de invertir en Uber a través de un fondo denominado New Riders LP que proporcionaba una exposición de 48.77 dólares por acción.
Sus tenencias de los inversores se convertirían en Acciones Clase A en la OPI. La inversión mínima fue de 250 mil dólares.
El banco dijo a los clientes que se les podría cobrar hasta 2 por ciento del capital que comprometieron en el fondo. Los documentos valoraron a Uber en 62.5 mil millones de dólares, un nivel etiquetado como ‘razonable’ dadas las ventajas competitivas y las perspectivas de crecimiento de la empresa.
No está claro cuánto contribuyeron los clientes de Morgan Stanley a la recaudación de fondos. Un portavoz de la institución declinó hacer comentario a Bloomberg para la publicación de esta nota.
Ahora los clientes de Morgan Stanley pueden únicamente esperar. El fondo prohíbe el ‘dumping’ de las acciones de Uber durante 180 días a partir de la OPI.
