Los precios del petróleo superaron este jueves los 80 dólares por barril por primera vez desde noviembre de 2014, pero luego borraron sus avances y cerraron casi sin cambios presionados por la apreciación del dólar y un mayor bombeo en Estados Unidos.
La rápida caída de los suministros petroleros de Venezuela, las preocupaciones de que las sanciones de Estados Unidos interrumpan las exportaciones de Irán y la caída de los inventarios globales se han combinado para impulsar un alza de los precios de casi un 20 por ciento en 2018.
El dólar tocó su mayor nivel en cuatro meses contra el yen debido a que los rendimientos de la deuda referencial del Tesoro de Estados Unidos alcanzaron un máximo de siete años. Un dólar más fuerte vuelve más costoso el petróleo para los países importadores.
Los futuros del Brent alcanzaron un máximo intradiario de 80.50 dólares por barril, pero luego cedieron la mayor parte de sus avances y cerraron con una ganancia de 2 centavos, a 79.30 dólares por barril.
El referencial estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cerró plano a 71.49 dólares, luego de marcar su cuota más alta desde noviembre a 72.30 dólares por barril.
Los inventarios globales de crudo y combustible han caído con fuerza en los últimos meses, debido a una robusta demanda y a los recortes al bombeo liderados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo. No obstante, la crisis económica en Venezuela y la posibilidad de nuevas sanciones de Estados Unidos luego de las elecciones del 20 de mayo podrían golpear más al mercado.
Una producción y exportaciones récord en Estados Unidos han limitado la remontada. El bombeo del país se ha disparado un 27 por ciento en los últimos dos años a un récord de 10.72 millones de barriles por día, acercándose al nivel de 11 millones de bpd de Rusia, el mayor productor global.
