Las principales plazas accionarias europeas se desplomaban este viernes al mediodía arrastradas por unos datos débiles de Europa que se sumaron a otros similares de China, que provocaron preocupaciones sobre una desaceleración económica global y aumentaron la preocupación entre los inversores de un impacto más amplio de la disputa comercial entre China y Estados Unidos aún no resuelta.
El índice Stoxx-600 en Londres caía 0.6 por ciento, seguida del FTSE-100 que baja 0.42 por ciento; el alemán DAX retrocediendo 0.46 por ciento y el CAC-40 de París en baja del 0.9 por ciento.
Por su parte, el índice Ibex-35 de Madrid pierde 0.7 por ciento, mientras que el Mibtel de Milán retrocede 0.72 por ciento.
La tendencia de los mercados estaba marcada por el dato de la producción industrial del China que aumentó 5.4 por ciento frente a un año antes, muy por debajo del 5.9 por ciento previsto. Es el ritmo más flojo desde 2003, con cifras de consumo también débiles, en el marco de la guerra comercial que mantienen Beijing y Washington.
Las ventas minoristas perdieron impulso, al crecer un 8.1 por ciento interanual, frente al nueve por ciento esperado por el consenso y el incremento 8.6 del mes anterior.
En Europa, el jueves el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), en su última reunión del año, cumplió con el guion previsto y, tras mantener sin cambios sus tasas de interés de referencia, anunció formalmente el final del programa de compra de activos en los mercados secundarios.
No obstante, y tras revisar ligeramente a la baja sus expectativas de crecimiento para la economía de la eurozona la institución, el presidente del Banco Central, Mario Draghi, dejó clara su intención de mantener sus políticas monetarias acomodaticias por el tiempo que considere necesario.
El organismo ahora espera que el PIB de la eurozona crezca el 1.9 por ciento en 2018, algo por debajo del dos por ciento de su anterior estimación. En lo que hace referencia a la inflación, espera que en 2018 se sitúe en el 1.8 por ciento, una décima por encima de su estimación anterior.
Los negocios de la zona euro terminaron el año a la baja, pues se expandieron a su ritmo más lento en más de cuatro años ante una sequía de nuevos pedidos, afectados por las tensiones comerciales y protestas violentas en Francia.
Otro sondeo mostró que la actividad empresarial en Francia se contrajo inesperadamente este mes y a su ritmo más veloz en más de cuatro años ante las violentas protestas antigubernamentales.
En tanto, la expansión del sector privado de Alemania se desaceleró a un mínimo de cuatro años, lo que sugiere que la economía más grande de Europa podría registrar un cuarto trimestre débil.
En el mercado de divisas, el euro se deprecia un 0.72 por ciento tras la divulgación de índices de gerentes de compras débiles y cotizaba en 1.1276 dólares.
La libra esterlina baja 0.76 por ciento, a 1.2615 dólares, y se encaminaba a anotar su quinta semana consecutiva de pérdidas debido a que señales de que el Parlamento británico se dirige a un estancamiento sobre el Brexit llevó a los operadores a tomar las ganancias que habían registrado después de que la primera ministra Theresa May superó una moción de desconfianza.
Con información de Reuters, Notimex y Bloomberg.
