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¿Qué esperar del peso en el 2018?

A pesar de que el peso se apreció 5.15 por ciento en 2017, no todo fue positivo. Durante el año, particularmente en la segunda mitad, los principales factores que afectaron la cotización del peso, fueron el comienzo de la renegociación del TLCAN, la aprobación de la reforma tributaria en Estados Unidos y la cercanía a las elecciones presidenciales de 2018, pues varios partidos ya han definido precandidatos durante los últimos dos meses del año. En el 2017, el peso también enfrentó presiones en contra como consecuencia de la normalización de la política monetaria de Fed.

Por su parte, el precio del petróleo dejó de ser un determinante para el tipo de cambio, ya que en el rango en el que se ubicó dejó de ser una preocupación para las finanzas públicas.

Para 2018, existe una alta probabilidad de que los factores de riesgo para México repercutan en una alta volatilidad. Durante el primer trimestre del año, el principal tema para el mercado cambiario será la renegociación del TLCAN. En caso de que se alcance un resultado favorable, el tipo de cambio podría bajar hacia el nivel de 18.50 pesos por dólar. Durante el segundo trimestre del año, el mercado seguirá de cerca principalmente el proceso electoral. En caso de que el candidato que vaya al frente dé su respaldo a la continuidad de las reformas estructurales, en particular la energética, el peso podría cotizar por debajo de 18.00 pesos por dólar. Ya durante el segundo semestre, el desempeño del tipo de cambio dependerá del desenlace de la renegociación del TLCAN y de las elecciones a mitad del año.

Debido a que existe un abanico de posibilidades en los factores que podrían mover al tipo de cambio al próximo año, se definen los siguientes tres escenarios para el próximo año:

1.-En el primer escenario, asumiendo que la renegociación del TLCAN tenga un resultado favorable para México y que en las elecciones gane un candidato con enfoque de mercado y que busque dar continuidad a las reformas estructurales, en particular la energética, se espera que el tipo de cambio muestre un descenso a un nivel de 18.00 pesos por dólar hacia el cierre del año. En este escenario, Banxico no se vería presionado a subir su tasa de interés de forma sustancial, con un incremento de 25 puntos base a 7.50 por ciento. En este supuesto se asume que la reforma tributaria de Estados Unidos no tendría efectos considerables sobre los flujos de capitales y la inversión en el país.

2.- El escenario central, asume que la renegociación del TLCAN logre un resultado favorable pero con importantes concesiones por parte de México. Por su parte, en las elecciones, se emplea el supuesto de que el mercado desconocerá si el candidato ganador dará continuidad a las reformas estructurales, lo cual podría generar aversión al riesgo durante la segunda mitad del año. Por su parte, asume que podrían surgir salidas moderadas de capitales y que continuará la atonía de la inversión tal como en 2017. En este escenario, el tipo de cambio podría ubicarse cerca de 20 pesos por dólar hacia el cierre del año, obligando a Banco de México a subir su tasa de interés en tres ocasiones, en cada una por 25 puntos base a 8 por ciento.

3.- El tercer escenario, asume un fracaso en el proceso de renegociación del TLCAN, deteriorando las perspectivas de crecimiento de México y generando presiones especulativas en contra del peso. Por su parte, supone que las elecciones en México serán ganadas por un candidato que no dará su respaldo a la reforma energética, desincentivando las inversiones. Cabe recordar que durante 2017 la reforma energética contribuyó con el flujo de inversión extranjera directa en México, por lo que se observaría una caída de la inversión. En este contexto el tipo de cambio subiría a 22 pesos por dólar y Banxico se vería en la necesidad de subir su tasa de interés a 8.5 por ciento.

En 2018 los participantes del mercado seguirán vigilando de cerca la postura relativa entre la política monetaria de México y la de Estados Unidos, en donde se espera que la Reserva Federal vuelva a subir su tasa de interés en tres ocasiones. Por su parte, los precios del petróleo también podrían ser vigilados, aunque no se anticipa una caída en precios que genere preocupación sobre las finanzas públicas.

Para 2018 es probable que el WTI cotice entre 50 y 65 dólares por barril. Sin embargo, en caso de bajar de los 39 dólares por barril volvería a ser un determinante importante del tipo de cambio.

La autora es Economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.