GUADALAJARA.- El fiscal especializado en personas desaparecidas de Jalisco, José Raúl Rivera Rivera, presentó su renuncia al cargo, en el marco de la reestructuración de la Fiscalía General.
El período de Rivera Rivera al frente de esa fiscalía abarcó del 16 de abril al 5 de diciembre.
La dimisión provocó opiniones divididas entre los activistas sociales, una de estas es que se vulnera la autonomía de la institución, como lamentó la coordinadora de incidencia del Centro de Justicia para la Paz, Anna Chimiak, “firma su renuncia sin tomar en cuenta la continuidad del proceso de selección”.
Una visión contraria es la de Guadalupe Aguilar, la titular del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos (Fundej) quien se dijo a favor de la salida del funcionario al considerar que su llegada fue un retroceso, “desde que se nombró, fue un retroceso para todos nosotros. No se llevaron a cabo las investigaciones, ni las carpetas, hubo muy poco trabajo…”.
De los 444 cuerpos encontrados en tráileres frigoríficos en Jalisco en septiembre pasado, 64 fueron entregados a sus familiares. Esas personas estaban reportadas como desaparecidas, sin embargo, se negó su existencia.
El resto, 380, permanecen sin ser identificados. Sus restos se encuentran confinados en criptas de la entidad y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses solo tiene almacenados los datos necesarios para futuras identificaciones.
La Fiscalía Especial de Personas Desaparecidas se creó como un organismo único en el país, y se anunció que sería reforzada con herramientas de apoyo para las labores de inteligencia, capacitación, y recursos.
Información de la Fiscalía General refiere que, de tres mil 751 personas desaparecidas, se ha localizado el 53 por ciento, es decir, mil 975. De ellas, mil 807 personas han sido localizadas con vida y 168 sin vida. Falta localizar a mil 782 personas, es decir, el 47 por ciento.
