Inicio México Si se actualizan costos, NAIM es un proyecto inviable, advierten

Si se actualizan costos, NAIM es un proyecto inviable, advierten

CIUDAD DE MÉXICO.- Si se actualizan los costos reales del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, es un mal negocio, advirtió el Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER, por sus siglas en inglés).

La organización de impacto en Latinoamérica presentó la plataforma Torredecontrol.org en la que se difunden los resultados de tres años de análisis de datos sobre el proyecto y muestra que su costo se incrementó un 69 por ciento.

“Tiene sobrecostos, existe una crisis de financiamiento, la deuda se ve difícil de pagar con el esquema actual y si se actualizan los costos reales del proyecto, éste resultaría inviable”, aseguró Julieta Lamberti, coordinadora de investigación estratégica de PODER.

Señaló que cuando se anunció la construcción del NAIM aún faltaba pagar una parte de la Terminal 2 de Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por lo que el primer crédito para pagar el proyecto se usó para la deuda pendiente de la Terminal 2.

“Nos encontramos con un círculo de endeudamiento que parece nunca terminar, ya que se contrata deuda para pagar otras deudas existentes”, añadió.

Eduardo Martin-Borregón, director de datos, periodismo y tecnología de PODER, comentó que en la investigación realizada encontraron que sólo cinco empresarios concentran más de la mitad, 51 por ciento, de los contratos.

Y éstos son: ICA, la empresa de Bernardo Quintana Isaac, por más de 24.7 mil millones de pesos; Grupo Carso, de Carlos Slim, con 21.2 mil millones de pesos; Grupo Hermes, de Carlos Hank Rhon, con 12.4 mil millones de pesos; Constructora y Edificadora GIA+A, de Hipólito Gerard Rivero, con 10.3 mil millones de pesos, y Grupo Empresarial Ángeles, de Olegario Vázquez Raña, con 10.3 mil millones de pesos.

En total, se analizaron 536 contratos, y se encontró también que 70 por ciento de fueron adjudicados sin concurso, como es el caso de Parsons Internacional, que obtuvo la gerencia general del proyecto “a pesar de estar acusada en Estados Unidos de deficiencias en el diseño y construcción de los proyectos”.