Fuente: Cortesía
La semana pasada se publicaron muchos datos oficiales, por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), referentes al avance en la adopción de la tecnología fotovoltaica (paneles solares) tanto industrial como residencial.
Hubo datos reveladores, por ejemplo, que del 2007 al 2017 el crecimiento año con año superó el 60 por ciento, y que la tasa de crecimiento el 2018 superó el 100 por ciento, estimando así que el 2019 no será la excepción, superando las 100 mil conexiones en lo que va del año. Otro dato súper importante, es que Nuevo León sigue encabezando junto con Jalisco y la CDMX los primeros lugares en cantidad de contratos de conexión para generación distribuida en la modalidad de NetMetering en pequeña escala, por ejemplo en 2018 Nuevo León cerró como líder a nivel nacional.
Sin embargo, hay muchos techos y familias (más de 4.2 millones a nivel nacional) que aún no disfrutan los beneficios, como ahorrar en el costo de la energía que consumen, beneficios funcionales como incrementar su calidad de vida al climatizar sus hogares (frío o calor) al mismo tiempo que contribuyen a dejar de contaminar el medio ambiente evitando emitir gases de CO2, ya que la energía fotovoltaica es 100 por ciento limpia.
Entrando en materia, ¿Cuál ha sido el costo de oportunidad? Podríamos tratar de valorizar conceptos como calidad de vida, pero siendo más pragmáticos monetizaremos los ahorros por el incremento en las tarifas, el alza en el tipo de cambio y el aumento en los costos por inflación, así como el “tiempo perdido” para terminar de recuperar su inversión.
Por ejemplo, un hogar en Tarifa DAC (Doméstica Alto Consumo) con un consumo promedio mensual al menos de 1,150 kWh/mes, superando así los 850 kWh límite superior para esta zona del país ante de caer en tarifa tipo DAC., el año pasado estaría pagando un recibo de CFE cercano 5 mil 800 pesos al mes y se hubiera requerido 25 paneles solares para reducir su recibo a menos de 80 por mes. E incluso en el verano del año pasado su inversión hubiera rondado los 200 mil pesos.
En resumen, el costo de oportunidad por no haber tomado la decisión el año pasado sería hasta ahora de 93 mil 460 pesos, visto desde otra perspectiva habría ya avanzado un 47 por ciento en la recuperación de su inversión. Si separamos los efectos, por Tipo de Cambio 12 mil 820 pesos (el verano pasado rondaba los 18.50 pesos por dólar contra 19.50 pesos). Por incremento de las Tarifas eléctricas 8 mil 960 pesos (la tarifa DAC acumuló un incremento en el precio, en estos últimos 12 meses, en al menos un 6.6 por ciento, un Crecimiento Anual Compuesto Mensual de 0.55 por ciento para esta zona del país). Por ahorros al generar energía con paneles solares contra la tarifa DAC de 71 mil 680 pesos (el costo nivelado de un SSFV es de $0.40/kWh vs $4.7/kWh DAC). A esto súmale los ahorros, de al menos 25 años, que se generen después de recuperar la inversión, lo que podría llegar a representar una plusvalía de hasta un 20 por ciento al valor de la propiedad, sin considerar la calidad de vida y el confort ganados para la familia, comer sin calor, disfrutar la TV sin calor, tener un sueño reparador durmiendo fresco, secar la ropa en invierno con comodidad, calentar el agua y cocinar con electricidad, entre otros beneficios.
Aun y cuando una familia no pueda adquirir un sistema pagándolo de contado (ya que se recupera la inversión en 2 años), hoy en día existe el acceso al financiamiento barato, los casos de negocio analizados muestran que siempre será más conveniente adquirir un Sistema Solar fotovoltaico (SSFV) para su casa y pagarlos mediante un crédito a cierto plazo (pudiendo recuperar su inversión en menos de 5 años), que quedarse pagando toda la vida una factura mensual al suministrador actual.
El autor es Director Comercial de Becquerel Power, firma regiomontana especializada en desarrollar proyectos llave en mano para generar electricidad a escala industrial mediante sistemas fotovoltaicos.
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