Inicio México Tecnología, disruptor de la función fiscal en América Latina: KPMG

Tecnología, disruptor de la función fiscal en América Latina: KPMG

En un entorno cada vez más disruptivo y digital es prioritario transformar el sistema tributario a las necesidades actuales y futuras tanto de la región como del mundo, señalaron líderes en temas fiscales en la Cumbre Anual de Impuestos en América Latina 2018 (Latin America Tax Summit 2018) celebrado en Cancún del 12 al 14 de noviembre de este año, y organizado por KPMG International, red de firmas multidisciplinarias que proveen servicios de auditoría, impuestos y asesoría.

Este encuentro es parte de una iniciativa estratégica en materia fiscal para KPMG International, que busca replantear la funcionalidad de los impuestos en un entorno digital y global. Para ello, congregó a una amplia gama de voces especialistas en el tema como Jeff LeSage, Vicepresidente de Impuestos para la región Américas de KPMG en Estados Unidos; Devon Bodoh, Socio Líder de Impuestos en la región ; Américas de KPMG; Alfonso Pallete, COO de Impuestos para América Latina, KPMG en Estados Unidos, entre otros líderes de impuestos e industrias de la firma.

“Frente al rápido desarrollo tecnológico, el reto fundamental de las empresas es ir a la velocidad de la economía digital y estar preparadas para tener elementos e información en línea que generen un análisis más oportuno y el cumplimiento eficiente de las obligaciones fiscales”, comentó Jorge Moreno, Socio Líder Nacional de Impuestos de KPMG en México.

La nueva realidad ha abierto la puerta al trabajo flexible en una economía compleja e impulsada por la tecnología y la innovación.

Todo ello tiene importantes implicaciones para los contribuyentes, los sistemas tributarios y las sociedades de todo el mundo.

Los especialistas plantearon como base entender qué es lo que se está recaudando y de qué manera para emprender la transformación en cada contexto.

En este sentido, los principales temas discutidos en el encuentro de tres días fueron la reforma fiscal de Estados Unidos; los cambios legislativos globales y su impacto en las fusiones y adquisiciones; el aprovechamiento de la innovación y la prevención de riesgos en las áreas de impuestos; el desarrollo de inversiones en América Latina; los servicios digitales en el cumplimiento tributario; y los cambios en los impuestos internacionales, entre otros.

Aunque el debate sigue centrándose en cómo recaudar de corporaciones y personas de alto patrimonio, el rápido avance tecnológico genera nuevos temas.

Uno de los aspectos más discutidos fue cómo gravar los datos, servicios digitales y tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial, con el fin de garantizar que el valor creado a partir de la productividad tecnológica contribuya a los ingresos fiscales que la sociedad necesita.

Esta Cumbre Anual de Impuestos cumplió con el objetivo de generar un espacio de discusión para las necesidades de América Latina. “Un sistema responsable de impuestos no será imposición de nadie, sino únicamente puede ser construido por todos nosotros: políticos, instancias reguladoras, empresarios, académicos, y eventualmente los ciudadanos para que sean parte genuina del proceso”, comentó Agustín Vargas, Socio Líder de Impuestos Corporativos de KPMG en México.

El progreso en la transformación fiscal tanto a nivel global como local dependerá de la confianza entre actores clave y de explorar coherentemente las opciones fiscales. En México, ha habido avances respecto a la transformación de la función fiscal con las nuevas tecnologías, por lo que las empresas deben aprovechar la innovación para el cumplimiento y enfocar sus áreas de impuestos en temas estratégicos como el análisis de datos.

Los responsables de las áreas fiscales enfrentan un sinnúmero de retos, siendo la tecnología un elemento que ha cambiado la forma de desarrollar este tema fundamental para las organizaciones globales; y para las empresas en América Latina esto no es la excepción.

La tecnología es claramente un disruptor para la función fiscal, por lo que solo aquellas organizaciones que entiendan el nuevo entorno como una oportunidad para innovar en sus procesos de cumplimiento estarán preparadas para enfrentar el futuro.