Fuente: Cortesía
En un ambiente donde la inseguridad en carreteras personifica el factor de costos más alto, representado esto por el precio de los seguros y donde el índice de delitos contra transportistas se eleva en cifras de dos dígitos cada año, algo no camina bien en México.
Así que, inevitable soslayarlo, en estas elecciones donde ya tarde los empresarios reaccionan, el voto utilitario es quizás el único camino para que los transportistas, que hoy enfrentan un alto esquema de inseguridad para su economía, y donde empresarios y choferes arriesgan sus vidas ante la inactividad e indiferencia de las autoridades que delinquen por omisión, ya sea esto producto del temor o de la corrupción, traten de frenar la inseguridad carretera.
Cuando hablo de ejercer un voto utilitario, lo defino como un voto estratégico o voto útil en una modalidad en la que predomine el cálculo utilitario del elector sobre sus preferencias ideológicas o partidistas. Es una forma de negociar la justicia que el Estado niega. El votante elegirá así, una opción concentrando en ella el voto, con el propósito de excluir al político no deseado o para presionar al que lleve la delantera para que se comprometa públicamente a lograr objetivos justos y democráticos a futuro.
El voto utilitario es no sólo el elegir para debilitar los esquemas manipuladores que prometen “esperanza, trabajo y buenos salarios” sin planteamientos reales y solamente ofreciendo amnistías y perdones anticipados para compinches que han delinquido -y que lo seguirán haciendo- ¿De otra forma porque votarían por él?
Las verdaderas mafias votarán por quien ofrece eso, perdón y amnistía y que han demostrado que si bien ellos directamente no han delinquido –o no se les ha comprobado-, si han permitido robar y cometer toda clase de abusos y delitos entre sus filas, aunque lo nieguen sus operadores políticos y jefes de campaña.
En concreto y en el tema de autotransporte y operaciones de logística, hoy debido a la inseguridad en el ámbito de transporte de mercancía carretero. Los costos por pago de seguros y de vigilancia conforman hasta 50 por ciento del costo operativo, y de encuestas realizadas, por ejemplo en materia agropecuaria, los productores que no son fuertemente extorsionados en sus campos de producción si lo son en el trayecto del transporte, ya sea por grupos delictivos o por autoridades, y eso plantea serios problemas para la competitividad y debilita a la economía. Por esto es urgente adoptar medidas que realmente contribuyan a erradicar a la delincuencia organizada que se presenta en la forma de robo al transporte.
El sector empresarial del transporte se ha visto obligado a disminuir producción y a eficientar los sistemas de protección a través de la utilización tecnología avanzada, lo que sin duda infla los costos de transporte y hablo entonces concretamente de que las organizaciones que representan la logística del transporte y a los trabajadores profesionales de camiones de carga, deben de negociar y lograr promesas por escrito de los candidatos, de todos ellos.
Los empresarios y líderes transportistas, por su bien y el de México, deben obtener ofertas expresas de que los políticos en caso de obtener la presidencia impondrán severas medidas de seguridad a la integridad del transporte de mercancía, y más importante legislar sobre ello, para llegar a acuerdos interestatales, y tomar toda clase de acciones para que las carreteras de México sean seguras.
Los profesionales de logística y todos los usuarios que hoy temen usar las carreteras usurpadas por el de robo de autotransporte y por gavillas o autoridades corruptas que buscan ganar dinero por hacerse de la vista gorda o por utilizar la coerción, aprovechándose de las que las condiciones de inseguridad debe concluir.
La rapacidad, el hurto y el crimen deben de ser erradicados de las carreteras y caminos de nuestra nación y las malas autoridades administrativas tienen que ser castigadas… eso debe de negociarse hoy!!
¿Usted qué opina estimado lector? ¿Votará por el simple cambio de dirección? Piénselo bien, su futuro y el de su familia le va en ello, aunque usted no sea transportista.
El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos. Opine usted:
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