Toyota suspendió las pruebas de su sistema de conducción autónoma ‘Chauffeur’ en las carreteras públicas de Estados Unidos después de que un vehículo de Uber, que funcionaba en modalidad autónoma bajo la supervisión de un conductor de seguridad humana atropelló y mató a una mujer en Tempe, Arizona, el domingo por la noche.
«Debido a que creemos que el incidente puede tener un efecto emocional en nuestros conductores de prueba, hemos decidido detener temporalmente nuestras pruebas en modalidad Chauffeur en vías públicas», explicó el portavoz Brian Lyons en un comunicado enviado por correo electrónico, refiriéndose a su modalidad de prueba de manos libres.
La automotriz mencionó que no podía especular sobre la causa del accidente ni sobre lo que podría significar para el futuro del incipiente sector de conducción automatizada.
Toyota había estado haciendo pruebas en caminos con vehículos autónomos en Michigan y California, explicó Lyons. La compañía ha mantenido el número de vehículos pequeños para que puedan actualizarse rápidamente a medida que avanza la tecnología, comentó, declinando nombrar un número específico de vehículos que conducen de manera autónoma.
Antes del incidente, Toyota había estado trabajando en un plan para formar un equipo con Uber en la conducción autónoma. Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber, publicó una foto en Twitter con el presidente de Toyota, Akio Toyoda, en la sede del fabricante de automóviles el mes pasado, aunque los detalles sobre la colaboración han sido escasos.
Lyons dijo este martes que su unidad autónoma, Toyota Research Institute, «no tiene información de primera mano sobre la trágica fatalidad de tráfico».
Un portavoz de la automotriz mencionó la semana pasada que la compañía aún no había decidido comprar el software de auto sin conductor de Uber.
