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Una Regulación Asimétrica en Hidrocarburos

Fuente: Cortesía

Estimado lector, hace unos días tuve la invitación por parte de CAINTRA a un encuentro con empresarios de Monterrey en el que se tuvo como invitado al presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) .

Entre todos los temas que se tocaron en el evento, me llamó la atención principalmente su postura sobre lo que serán las nuevas metas energéticas para México, y en lo que concierne a las Gasolinas y Diésel, destaco una de sus declaraciones que señala que: “vamos a tener al 100 por ciento gasolinas de nuestras refinerías para todo México”.

Aquí vale la pena reflexionar sobre esta postura de AMLO, hay que observar que las refinerías de la nación han pasado de encontrarse en una bonanza a prácticamente a no estar operando, por lo que para generar la reactivación de la industria surgen nuevos retos, como serían: el obtener los recursos para invertir, el tiempo para la construcción y el retorno de la inversión de una nueva refinería; pero además, la falta de materia prima (crudo ligero), la reconfiguración de las actuales refinerías ,la reactivación de la producción ( exploración y extracción ) de crudo, las nuevas políticas fiscales en gasolinas y diésel y un cambio en la política de precios variables a precios controlados. Tan sólo estos serían algunos de los principales retos en materia de hidrocarburos que tendría la administración de AMLO, mismos que podrán generar cambios significativos en toda la cadena de valor de la industria.

En también importante comentar la diferencia porcentual entre el Crudo Ligero y Crudo Pesado. Por ejemplo, de un barril de crudo ligero se pude obtener en promedio 60 por ciento de gasolinas, 15 por ciento de diésel, 10 por ciento de Combustóleo y el resto de asfalto. Y de un barril de Crudo Pesado en promedio el 25 por ciento son gasolinas, 20 por ciento es diésel, 40 por ciento combustóleo y el resto Asfalto. Aquí, los precios de cada producto varían según su demanda, siendo las gasolinas y el diésel las de mayor valor. Actualmente lo que se produce desde los yacimientos petroleros mexicanos es crudo pesado.

Las refinerías mexicanas están diseñadas para operar tomando como materia prima el Crudo Ligero, y aunque con la Reforma Energética se abrió la oportunidad de realizar la exploración y extracción, existen varias propuestas desde el nuevo gobierno para que se genere la extracción de crudo ligero para que así las refinerías puedan fabricar gasolinas, y también se les pueda reconfigurar para generar la mayor cantidad de gasolinas con Crudo Pesado.

En el caso de que Pemex vuelva a ser competitivo habrá que ver la nueva postura hacendaria para esta compañía, ya que en las décadas pasadas la ahora denominada Empresa Productiva del Estado pagaba impuestos por adelantado del 60 por ciento de sus utilidades. Y esto no le daba oportunidad de reinvertir en sus proyectos, claro está que este proceso se requiere que tenga una total transparencia y cero corrupción.

De la mano a estos retos se encuentra también la incertidumbre sobre sí existirá la continuidad de la regulación asimétrica en el sector de hidrocarburos. Esta regulación nace con la Reforma Energética, la cual permite la competencia y el crecimiento de los mercados en el que existía un monopolio.

La regulación asimétrica indica a Pemex que siga suministrando gasolinas a todas las Estaciones de Servicio (ES) aunque sus propietarios firmen contratos con otras compañías, mientras las empresas internacionales que se encuentran iniciando operaciones en México desarrollan la infraestructura, todo esto con el fin de generar un mercado con competencia.

Sin embargo, ahora existe un nerviosismo por parte de los empresarios propietarios de las ES ante la posibilidad de que el nuevo gobierno cancele la regulación asimétrica en este ramo, la cual provocaría que Pemex ya no esté obligado a seguir suministrando combustibles a las ES que ya no son franquicia Pemex. Y como hasta el momento no se ha realizado la construcción de la infraestructura privada necesaria para generar seguridad de abasto, las ES que tengan firmados contratos de suministro con otras marcas (estaciones blancas), se podrían quedar sin suministro de gasolinas y diésel.

Este cambio podría provocar una cancelación de contratos con las nuevas compañías y la generación de firma de contratos con Pemex.

¿Qué opina usted? ¿Veremos en el próximo sexenio gasolinas 100 por ciento mexicanas?

El autor es CEO de Petroland, importadora y comercializadora de combustibles en México desde Refinerías y Terminales de Texas; ex Director General de Franquicias de Pemex y constructor de Estaciones de Servicio (ES). También es miembro del Petroleum Equipment Institute y del National Associaton of Convenience Stores (PEI/NACS) y Consultor en temas de Energía.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.