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Una semana difícil para México

Norma A. Hernández Fuente: Cortesía

La primera semana de junio marca para México una redefinición de sus políticas migratorias y económicas en el corto y largo plazo. En tres días de esa semana tuvimos la baja de la calificación de la deuda soberana de México por parte de Fitch Ratings a BBB de BBB+, y al igual que Moody`s cambió su perspectiva de estable a negativa, lo cual sucedió cuando los funcionarios mexicanos se reunieron en Washington, DC. con sus homólogos de E.U., en la misión de evitar la imposición del primer arancel del 5 por ciento a todas las exportaciones de México a partir de junio, hasta llegar a un 25 por ciento en octubre.

La delegación mexicana cumplió la tarea y logró contener la amenaza de Trump, revirtiendo las acciones tomadas por López Obrador al principio de este año de abrir las fronteras y permitir estancias de un año a los migrantes que llegaban en caravanas, con la promesa de proporcionarles trabajo y por tanto una vida digna que es lo que toda persona merece por derecho propio. Tres meses de esta política bastaron para que el número de detenciones en la frontera sur de Estados Unidos aumentaran al doble de diciembre de 2018 a abril de 2019 en que ocurrieron 109,000 detenciones y en mayo 144,000. Estos números muestran el resultado de una política laxa de migración en el primer trimestre y la reducción de presupuesto de 2019 para atención a migrantes. Uno de tantos renglones en que ha habido disminución de gasto para poder atender las prioridades sociales internas y tratar de salvar a Pemex, salvamento que cada vez cuesta más, de acuerdo con Fitch “la baja de calificación refleja una combinación del mayor riesgo para las finanzas públicas del país debido al deterioro del perfil crediticio de Pemex, junto con la debilidad actual en la perspectiva macroeconómica, que se ve agravada por las amenazas externas de las tensiones comerciales, cierta incertidumbre de la política interna y las actuales restricciones fiscales”.

Conocíamos que la política exterior no había sido prioridad para López Obrador, pero en esa semana todo cambió y al parecer López Obrador también lo esta entendiendo al estar accediendo a las peticiones de Estados Unidos, lo cual va en línea con sus proyectos prioritarios y sociales con el cuál se alcanzaría el crecimiento prometido del 4 por ciento. Las bajas de calificaciones de las principales calificadoras y el riesgo ante las amenaza externa de no cumplir con detener la migración en una medida que considere el presidente Trump adecuada -no hay una certidumbre de lo que para Estados Unidos es una medida adecuada- ¿Regresar a los niveles de detenciones de Diciembre de 2018? ¿A las detenciones de febrero de 76,296 indocumentados?

Es claro que un problema de migración que debió ser tratado por las vías de la Secretaría de Gobernación, se convirtió también en un problema económico de aranceles y tarifas con una alta posibilidad de agravar la situación económica de México ante la amenaza económica y tener que otorgar asilo y servicios a los migrantes.

Ante esta situación inusual me pregunto, ¿que es mas barato, aceptar el arancel del 5 por ciento o irnos a instancias internacionales haciendo valer el TLC todavía vigente y defendernos de la amenaza de Trump que está fuera de todo contexto de las leyes de comercio internacional?

El gobierno de López Obrador ha recortado el gasto en un impulso de austeridad destinado a mantener bajo control los déficits presupuestarios, al tiempo que aumenta la inversión en Pemex, y construir la controvertida refinería de $ 8 mil millones en el sur de México. ¿Esta crisis migratoria hará cambiar el destino de los ahorros de los recortes al gasto, enfocándose a apoyar a los migrantes que están en la frontera?

López Obrador tiene razón en decir que la única solución a largo plazo para detener la migración de Centroamérica es invertir en la seguridad y la prosperidad de los países de origen, el plan de Centroamérica que tanto impulsa, pero con la carta de acuerdo no está claro si el gobierno de Trump apoyará con recursos a México.

La autora es Profesora del Departamento de Contabilidad y Finanzas y Directora de Proyectos Académicos de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.

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