Fuente: Cortesía
Sin verter opinión sobre festejos y muestras de avenencia a Trump, por haber retirado –momentáneamente-, las amenazas contra México de convertir el actual comercio internacional en otro frente de guerra comercial, procederé a analizar la actual situación que se desprende del documento que representa el “convenio” homenajeado en Tijuana.
Primero expondré que recibí información de “humo blanco” del Presidente de la Comisión Interparlamentaria del congreso de Estados Unidos (EU), el Congresista Henry Cuellar de que el jueves por la tarde, las reuniones ya se habían llevado a cabo en DC con presencia del área jurídica, y “eso significa que están analizando los puntos de acuerdo y los extremos de compromiso, esperamos tener algo seguramente este viernes”, tal como fue, sin embargo del documento cualquier abogado o pasante, podrá deducir que era ambiguo y sus términos en materia de temporalidad o de medición de éxito o de fracaso estaba en el aire; no así las amenazas de Trump de que podrá volver a la cargada si México incumple.
¿De veras estamos midiendo fuerzas con Trump, la primera potencia del mundo Occidental? No me cabe duda de la buena voluntad del Sr. Marcelo Ebrad, y de que éste alcanzó lo único que se podía alcanzar en una semana, diferir por el momento, pero a un precio muy alto el posponer la vigencia de imposición de tarifas, que de paso diremos que se trata de una imposición ilegal, fuera del actual tratado –el TLC- y en contra de los acuerdos signados con la Organización Mundial del Comercio (OMC) y por supuesto faltando a toda ética en materia de derecho internacional.
Pero, diversos analistas en EU, consideran que México no tiene la capacidad de cumplir lo acordado y menos de estar listo esto para una revisión en un lapso de 90 días.
Los puntos básicos del documento, que transitó sin firmas y que se piensa no fue firmado sino presentado como memorándum, son: (1) Desplegar elementos de la Guardia Nacional en la frontera Sur de México – al menos 6 mil-; (2) Las personas que soliciten asilo a EU serán reubicados de inmediato a territorio mexicano mientras esperan la resolución de su trámite; (3) México y EU trabajarán para contener los flujos migratorios y continuarán con las conversaciones sobre términos de otros posibles entendimientos durante un periodo de 90 días y (4) Fortalecer y convertir a Centroamérica en una zona segura, próspera y desarrollada.
Días antes,para ser más preciso ocho, Trump había señalado que lo más cercano a cerrar la frontera sería imponer tarifas a los automóviles que se importaran “y lo haré, expresó, no me andaré con juegos”, amenazó Trump.
“El presidente Trump se encuentra frustrado y por ello piensa que imponer tarifas sea una solución”, había declarado Pete Sáenz, el alcalde de Laredo, Texas preocupado por la situación, pero vistos los resultados, oficiales en Washington predicen que “en 90 días Mr. Trump tampoco estará satisfecho, estará frustrado” y Trump expresó que tomaría “más y nuevas medidas” si el acuerdo no produce resultados.
¿Pero cuáles son los resultados esperados?, cifras en forma “extraoficial” hablan de controlar el flujo de migrantes en un 60 o 70 por ciento, y solo sabemos que Mr. Trump espera resultados, sin embargo ¿Cómo definir estos?; Parangonando a Foreign Policy ¿No estaremos cayendo en una equiparable trampa de Tucídides?.
Shanon O’Neil, del Consejo de Relaciones Exteriores –CFR-, dijo, “incluso si tienen la voluntad política, México, no tiene la capacidad. Entonces ¿Qué pasará en tres meses a partir de hoy? Se habrá retrasado, pero no necesariamente habrá puesto fin a esta amenaza de aranceles”.
The Hill publicó que, según NY Times, algunos funcionarios estadounidenses, incluido el mismo Trump, se muestran escépticos sobre si México habrá aceptado realmente y si cumplirá sus promesas.
Algunos también han cuestionado si tales promesas reducirán el número de personas que llegan a la frontera con México; de los cuales hoy Andrés Manuel López Obrador (AMLO) si tendrá que cumplir, otorgándoles trabajo, servicios médicos, entre otras opciones, en la frontera, mientras que en Dos Bocas, 60 mil mexicanos hacen fila esperanzados para obtener una plaza “de lo que sea”.
Y por último, hay compromisos de imposible realización, ya que, nada de lo que pase en Centro o Sudamérica depende en medida alguna de México, sin embargo seremos evaluados en 90 días.
El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.
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