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Bugatti tardó cuatro meses en restaurar este Veyron 16.4 Grand Sport 2.1

La magia que desprende el sector del automóvil es inmensa. Sobre todo, si nos referimos a las joyas rodantes que, todavía hoy, circulan por muchas carreteras. Y no nos referimos solo a modelos míticos como los Fiat 500, Seat 600 o Volkswagen Beetle. Estos modelos que motorizaron países como Alemania, Italia o España aún son unos «pipiolos» comparados con los Rolls Royce, Bentley o Hispano-Suiza que llenaron de lujo y glamour las calles del mundo.

Que estos modelos existan es por una cuestión: herencia e imagen de marca. Los programas de restauración están de moda y todas las firmas quieren poner en valor sus raíces. Hace un año conocimos el equipo que ha puesto en marcha Bugatti. Se llama «La Masion Pur Sang» y hasta ahora no ha presentado su primer trabajo. Se trata de la puesta al día (restauración al punto original de fabricación) de un Veyron 16.4 Grand Sport 2.1 muy especial…

Bugatti ha restaurado este Veyron 16.4 Grand Sport 2.1 a través del programa «La Maison Pur Sang»

Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport 2.1. - La Maison Pur Sang

Y ¿Sabéis por qué este Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport 2.1 es tan especial? Pues porque se trata del primer prototipo que la casa gala presentó en el Pebble Beach Concours d’Elegance de 2008. Igual podían haber inaugurado este departamento de restauración de modelos con otro más antiguo, pero es que hay una explicación para ello. En unos meses se volverá a celebrar este evento y, como era de esperar, allí estará para lucirse.

La historia que hay tras este Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport 2.1 es desconocida, aunque hay un par de detalles que os gustará saber. El primero: tras su periplo acabó en manos de un cliente particular que se lo ha vuelto a vender a la marca. El segundo: que para su restauración han tardado 4 meses. Esto ha sido así porque han tenido que verificar la autenticidad de las principales piezas que componen el modelo.

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Tras el proceso de desmontaje y comprobación de autenticidad, se procedió a la restauración. Este ha ido más allá de aplicar pintura y, para ejemplo, tenemos su interior. En él, han recuperado el acabado metálico plateado y blanco que tenía la consola central del original. A ello hay que sumar el cuero Cognac que se extiende por el marco del techo, el salpicadero, las puertas, los asientos o túnel central.

Estamos convencidos de que estos cuatro meses serán muchos más si se quiere restaurar un modelo más antiguo. Hablar de su precio es una tontería, aunque estamos convencidos de que devolver la vida a un vehículo de este tipo debe ser una gozada. Por ahora no sabemos cuál será el futuro de este Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport 2.1 aunque nos da en la nariz que se quedará en el museo que la firma tiene en Molsheim.

Fuente – Bugatti