Los coches autónomos eran ciencia ficción hasta hace unos años, sin embargo, ahora ya han llegado, han comenzado a verse algunos ejemplos de ellos, algunos con mayor grado de autonomía y otros con mayor grado de dependencia del ser humano. Sea como sea, aún necesitan desarrollo por delante para ser suficientemente seguros y masificarse como un estándar.
En este artículo, vamos a ver los niveles de conducción autónoma, es decir, ese grado de dependencia o de autonomía de los vehículos, comprendiendo así mejor la ruta a seguir por los fabricantes de coches en un futuro próximo…
Niveles de conducción autónoma y significado
La conducción autónoma se ha convertido en uno de los avances tecnológicos más esperados de nuestro tiempo. Esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que nos movemos o transportamos cargas, posiblemente haciéndolo de forma más eficiente y segura cuando maduren las tecnologías actuales. Para comprender mejor esta tecnología, es importante conocer los diferentes niveles de conducción autónoma que se han definido. La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE o Society of Automotive Engineers) ha establecido un sistema de clasificación que define 6 niveles de autonomía, desde la conducción completamente manual hasta la conducción totalmente autónoma.
Este tipo de tecnologías no solo se pueden aplicar a los coches, también se pueden implementar en otro tipo de vehículos, como los camiones para transportar mercancías, maquinaria agrícola o pesada de cualquier tipo, motos, etc. Cualquier vehículo, desde algunos de movilidad urbana, hasta los utilizados en interiores de almacenes, fábricas, etc., pueden acoplar este tipo de tecnologías para trabajar solos. Esto no solo revolucionará la forma en la que trabajamos y nos movemos, también la economía y el trabajo.
Nivel 0 (sin automatización)
En este nivel, el conductor tiene el control total del vehículo en todo momento. No hay asistencia para la conducción, por tanto, no existen mecanismos para controlar este aspecto del vehículo. Es decir, estamos hablando de los coches convencionales, ya sean más o menos antiguos, conectados o no conectados, de combustión interna, eléctricos, híbridos o de hidrógeno, ya que nada de esto tiene que ver con la capacidad de automatización de la conducción que tienen…
Nivel 1 (asistencias a la conducción)
El vehículo ofrece asistencia al conductor en tareas específicas, como el control de la velocidad crucero o el frenado automático de emergencia. También puede haber otras formas de asistencia para mejorar la seguridad, estabilidad, tracción, etc., como por ejemplo ABS para no perder la dirección en frenadas, AEB como asistencia al frenado automático, ACC o control de crucero adaptativo, LDWS para alerta de salida de carril, etc. Sin embargo, el conductor sigue siendo responsable de la conducción en todo momento.
Nivel 2 (automatización parcial)
El vehículo puede controlar la velocidad y la dirección en determinadas condiciones, como en autopistas o en atascos. Sin embargo, el conductor debe estar siempre preparado para tomar el control del vehículo en cualquier momento. Para hacer posible este tipo de nivel, se suelen implementar tecnologías en el coche como los sistemas de mantenimiento en el carril LKAS que pueden evitar que en despistes o cuando te quedas dormido te salgas de la carretera, hasta sensores, LiDAR, radar y cámaras, pasando por sistemas de aparcamiento automático. Ejemplos los tenemos en muchos Tesla con Autopilot, además de otras marcas, como Cadillac Super Cruise, Nissan ProPilot Asisst, etc.
Los vehículos que existen de este tipo, han sido objeto de algunos problemas importantes y accidentes en los que se han vuelto envueltos. Pero ha sido por una confianza excesiva del conductor, que simplemente se han dormido y dejado al coche solo, sin asistencia, y al final han terminado mal…
Nivel 3 (conducción condicional)
Marcas como Audi, Toyota, BMW, Mercedes-Benz, etc., con sistemas como Traffic Jam Pilot, Drive Pilot, Highway Assistant, etc., están consiguiendo ir un paso más allá. En estos casos, el vehículo puede conducirse de forma autónoma en determinadas condiciones, como en autopistas o en zonas con tráfico denso. El conductor puede desviar su atención de la conducción, pero debe estar preparado para tomar el control cuando el vehículo lo solicite. Este tipo de coches suelen tener todas las tecnologías citadas anteriormente, y también sistemas inteligentes con IA, mapeado 3D, comunicación V2V, V2I, etc.
Nivel 4 (alta automatización)
El coche puede conducirse de forma autónoma en la mayoría de las condiciones, incluyendo zonas urbanas. El conductor puede realizar otras actividades mientras el vehículo está en modo autónomo, pero debe estar disponible para tomar el control si es necesario en alguna situación en la que el sistema no funcione adecuadamente o ante algo inesperado para lo que no esté preparada la tecnología. Este tipo de nivel usa, además de las tecnologías citadas en los niveles anteriores, también HPC o computación de alto rendimiento. Ejemplos de este tipo de nivel son sistemas como Zooz, Cruise Origin, y Waymo One, que aún están en fase de pruebas.
Nivel 5 (autonomía total)
Por último, llegará un futuro en el que el coche puede conducirse de forma autónoma en cualquier condición, sin necesidad de intervención humana, y sin ni siquiera necesitar mandos como el volante, palanca de cambios, pedales, etc. El conductor no necesita estar presente en el vehículo, solo habrá pasajeros o podrán ir solos o con carga ni humanos. Para este tipo de tecnología, se necesita desarrollar aún más las anteriores tecnologías, y todavía están en fases de desarrollo, y no existen ejemplos comerciales de tecnologías disponibles en la actualidad. Así que, por ahora, este tipo de nivel no es posible con el avance que tenemos.
Es cierto que este tipo de tecnologías o niveles de conducción autónoma traerán grandes beneficios, como una mayor seguridad vial al poder ser más precisos y sin los fallos o negligencias humanas, sin dormirse o distraerse al volante, etc., también podrán reducir las congestiones de tráfico, se mejorará la accesibilidad al transporte, ya que incluso los que no tengan licencia o carné de conducir podrán también viajar si tienen uno de estos vehículos, etc. Sin embargo, también van a suponer desafíos importantes, como la responsabilidad de los fabricantes en caso de accidente, un nuevo marco legal y regulatorio para este tipo de vehículos, etc.
