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Era cuestión de tiempo que alguien demandara a una IA creativa por vulnerar la propiedad intelectual

Sta­ble Dif­fu­sion y Midjourney son dos de las IAs generativas de imágenes más conocidas. Ahora varios artistas han decidido revelarse contra ellas, presentando la primera demanda contra las empresas que hay detrás de las dos inteligencias artificiales.


Junto a Stability AI y Midjourney también será demandado DeviantArt. Como ya hemos explicado en anteriores ocasiones, estas IAs generativas se basan en el trabajo previo de miles de artistas, para luego crear imágenes nuevas basándose en ellas. Lo que genera un agravio para estos artistas, que ven como su trabajo se utiliza sin ningún tipo de compensación, ni crédito ni permiso.

La demanda ha sido interpuesta por tres artistas: Sarah Andersen, Kelly McKernan y Karla Ortiz. Su objetivo, como explican la web creada para describir el proceso, es el de obtener una compensación por los daños causados por estas herramientas y evitar futuros daños.

El abogado elegido para el caso es Matthew Butterick y es uno de los expertos que también ha liderado la demanda contra GitHub Copilot. Las IAs generativas han sorprendido a todos, pero también están empezando a moverse aquellos que quieren que las empresas que hay detrás empiecen a tener en cuenta las consecuencias.

En aras de la transparencia, el abogado del caso ha publicado los dos documentos de la demanda, con 46 y 68 páginas respectivamente. Una demanda en un juzgado de California y donde se acusa de infracción de copyright, infracción de derechos de autor y romper el contrato de los términos de servicio, en este caso en DeviantArt.

Según explican los demandantes, Stable Diffusion funciona con copias no autorizadas de miles de millones de imágenes. Y hacen unos cálculos: asumiendo un dólar por imagen, Stability AI podría enfrentarse a una multa de 5.000 millones de dólares.

Recuerdan que el propio CEO de Stability AI, Emad Mostaque, ya ha abierto la posibilidad a un cambio en el futuro: «los futuros modelos tendrán licencia completa”. Algo que la versión actual no lo es. Por parte de David Holz, fundador de Midjourney, también ha reconocido que su herramienta «es un gran rasguño de internet».

La excusa que se apunta desde el sector es que no hay una regulación específica que contemple el asunto del copyright y la IA. Las actuales leyes de propiedad intelectual no contemplan que una IA pueda ser autor, por lo que no se considera propiamente como una infracción de derechos.

La solución no parece que vaya a encontrarse en el corto plazo. Todavía no hay ninguna posición clara y precisamente esta demanda contra Stability AI, Midjourney y DeviantArt puede ayudar a que la Justicia empiece a determinar su posición frente a determinados argumentos.

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