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España pierde una batalla por el coche eléctrico: la fábrica de baterías de Tata irá a Reino Unido, según la BBC

A España le ilusionaba la idea de albergar la nueva y gigante fábrica de celdas de batería para coches eléctricos que Tata piensa construir en Europa. Hasta 150 hectáreas de Aragón eran las candidatas por la multinacional india para instalar la planta. Sin embargo, tal y como comentamos hace unos días en este otro artículo, otro país también se disputaba esta concesión (y con muchas papeletas): Reino Unido. Hoy hemos sabido que han sido los británicos quienes han ganado esta batalla.

La decisión de la empresa. Según ha informado la BBC, se espera que el director de Tata Group, propietario de Jaguar Land Rover, viaje a Londres la próxima semana para reunirse con el primer ministro y finalizar el acuerdo. Aunque ningún papel se ha firmado hasta el momento, algunas fuentes conocedoras del asunto apuntan al medio británico que ambas partes ya han pasado de las negociaciones a la redacción y la planificación de cómo se presentará este histórico acuerdo.

¿Por qué un coche eléctrico tiene menos autonomía que la que anuncian

La nueva planta de baterías para coches eléctricos estará situada en el parque empresarial Gravity cerca de Bridgewater, en Somerset, y se crearían hasta 9.000 puestos de trabajo. Se trata de una de las inversiones en la industria automotriz más importantes desde que Nissan llegó a Gran Bretaña en la década de 1980. Y se espera que esta primera inversión en baterías de Tata traiga otras plantas al país en el futuro, ya que actualmente solo cuenta con una en funcionamiento en Sunderland.

¿Por qué? La victoria de Reino Unido no ha sido ni fácil ni barata. Al parecer, el conglomerado se ha inclinado por el país británico después de que su gobierno les ofreciera un «paquete de ayudas». Hace semanas, Financial Times revelaba que la multinacional india había reclamado un respaldo de más de 500 millones de libras para fijar su nueva planta en Gran Bretaña. La suma incluye subvenciones y paquetes de apoyo, como ayudas para costes energéticos e investigación.

Además, Tata tiene intereses siderúrgicos en Reino Unido, incluida la planta de Port Talbot en el sur de Gales, y el gobierno también ofrecerá alrededor de 300 millones para subsidiar, mejorar y descarbonizar esas operaciones. Y a todo eso se le suman descuentos de energía adicionales, lo que podría engrosar el paquete a más de 800 millones.

La necesidad de Reino Unido. Pero al país le compensa. Desde hace años reconoce estar en una posición de desventaja con respecto al continente en esta industria y busca urgentemente fabricar baterías para vehículos eléctricos, asegurando el futuro de su industria automotriz. Hay que recordar que se trata de un sector que emplea a 800.000 personas en un país que ha visto cómo su producción de vehículos se desplomaba en 2022 a su nivel más bajo desde la década de 1950.

Y que ha sido criticado por no tener una estrategia industrial clara tras el Brexit mientras ve cómo se queda atrás frente a EEUU y la UE en la atracción de inversiones. La semana pasada, de hecho, Stellantis, uno de los mayores fabricantes de coches del mundo, advirtió que podría tener que cerrar fábricas en Reino Unido si el gobierno no renegociaba el acuerdo del Brexit. La firma, propietaria de Vauxhall, Peugeot, Citroen y Fiat, se había comprometido a fabricar vehículos eléctricos en el país, pero ahora dice que eso podría cambiar.

La ilusión rota de España. La noticia es un jarro de agua fría para España, que era el otro país en la carrera por albergar la instalación y que tenía esperanzas. Según señalaba en febrero El Periódico de Aragón, la ubicación iba a ser la Plataforma Logística e Industrial de Zuera, promovida por el Gobierno aragonés y que cuenta con 150 hectáreas.

La zona era la misma que un día estudió el grupo Seat-Volkswagen para levantar también una gigafactoría de baterías, aunque acabó decantándose por Sagunto, en Valencia. Hace unos días, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se mostraba bastante seguro del potencial que tenía España para hacerse con la concesión y no la daba por perdida: «Economía sigue trabajando con Tata en el intercambio de datos y otras cuestiones técnicas». Al final, parece que no será así. La buena noticia es que Stellantis estudia levantar una nueva factoría de baterías en España (sus principales fábricas son las de Zaragoza y Vigo), al igual que BYD, que también explora opciones en la península.

Imagen: Tata Group

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