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Gano 1300 euros al mes por un trabajo de hace diez años: así viven algunos profesionales de los ingresos pasivos

Entre 1300 y 1600 euros mensuales por un catálogo de novelas de acción. O algo más modesto: entre 500 o 600 euros por una web con significados de nombres. O más modesto aún: unos pocos céntimos por fotografías que se usan en decenas de webs, pero que, poco a poco, se convierten en una cantidad mensual aceptable.

Son ejemplos reales de ingresos pasivos, una forma de obtener dinero a lo largo del tiempo sin necesidad de trabajo constante o presencial. Un libro, unas fotografías de stock o unas webs optimizadas para SEO son algunos de los ejemplos con los que se puede hacer caja en el mundo digital.

Del taller de alta costura a los ingresos pasivos

Blanca Miosi es una escritora peruana de novela histórica, acción, intriga y aventura que en la actualidad reside en Venezuela. En 2011, cuando había publicado las novelas ‘La búsqueda’ y ‘El legado’ en España, conoció el servicio de autopublicación de Amazon. “Supe que se podía publicar a través de ellos y que mis obras podrían venderse en todo el mundo”, recuerda hoy para Xataka.

Aquellos títulos fueron los primeros que autopublicó en formato electrónico (“era una época en la que las editoriales no tomaban en cuenta en el contrato los derechos digitales”). Tres meses después de ‘La búsqueda’ y ‘El legado’ fue el turno de la primera novela de su trilogía ‘El manuscrito’. Después de que alguna editorial tradicional la rechazara, “empezó a venderse a razón de 100 o 150 descargas diarias y fue a situarse en el segundo lugar en el top general de los más vendidos en Amazon”.

Hoy, con un catálogo que no ha parado de crecer en esta década, asegura ganar entre 1500 y 1800 dólares mensuales (1300 y 1600 euros) por ingresos pasivos en Amazon, entre papel, digital y audiolibro, explica esta exsecretaria y exdirectora de un taller de alta costura. A los ingresos por su catálogo se suman otros semestrales por los derechos vendidos al francés y a los generados por otra empresa de audiolibros.

Blanca Miosi

Cada nuevo título que publica eleva los ingresos pasivos en el tiempo: “Mis ingresos aumentan mientras el libro se mantenga arriba porque tengo un público cautivo; pero obviamente, también existen lo nuevos lectores. Por eso las ventas son consistentes”. Conforme sus libros destacan en Amazon, la propia plataforma le ofrece campañas promocionales como Kindle Flash, que consiste en ofrecer durante 24 horas títulos selectos en ebook a un precio reducido.

La empresa también la invitó en 2015 al evento Amazon Academy de escritores independientes y le ofreció ser parte del jurado de su premio literario. “Todo suma y hace que mis libros se vendan”.

“Es una montaña que se puede llenar muchísimo”

Kike Arnaiz es de Aranda de Duero (Burgos), pero en la actualidad es nómada digital: desde hace tres años vive viajando gracias a las imágenes de recurso. Antes, se dedicaba a la de moda, como retratos o lifestyle. “Había probado el stock, pero no me había funcionado muy bien, porque había subido cuatro fotos y pensaba que no salía rentable”, explica a Xataka.

Un día, el también fotógrafo de stock Víctor Torres le dijo que en estas imágenes había negocio. Arnaiz comenzó a mandarlas a agencias y comprobó que llevaba razón. Hubo un muy buen argumento para que siguiera intentándolo: que con este tipo de fotos podía vivir mientras viajaba por todo el mundo. “Dije: ‘¿Cómo? ¡Eso es lo que quiero!”, recuerda divertido.

Kike Arnaiz

Los ingresos pasivos de Arnaiz se generan en agencias de microstock (como la conocida Shutterstock), páginas en las que se venden licencias de uso de las imágenes subidas (los derechos de autor pertenecen al fotógrafo) a precios muy bajos. “Digamos que el fotógrafo puede ganar 30 céntimos o así, pero puedes llegar a vender infinitas, miles de ellas”.

También está el mercado de macrostock o prémium, como Offset, de Shutterstock, o Adobe Stock, que tiene contenido micro y macro. En él las licencias, de un solo uso, se venden más caras, de 40 a miles de euros: los clientes son campañas publicitarias, marcas grandes… Por ejemplo, Arnaiz vendió recientemente tres fotos de macrostock en un mes por un total de 6000 euros. También trabaja con distribuidoras, que se encargan del “proceso tedioso” de enviar a agencias, poniendo los títulos y etiquetando con palabras clave, con comisión de por medio.

Hoy, este burgalés recibe ingresos pasivos por sus fotografías de stock, pero también por su canal de YouTube, formación en Patreon, patrocinios en redes sociales y su plataforma de cursos online. No desvela la cantidad de dinero que gana cada mes (se la reserva para un vídeo que publicará a finales de enero); pero, según sus cálculos, el 97 % de su dinero proviene de estas vías. De este porcentaje, el 46 % pertenecería a su catálogo.

“Es algo que me ha costado mucho tiempo construir”, explica. “Al principio, cuando empiezas con los ingresos pasivos, solo ves céntimos, sobre todo con afiliados. Parece que no funciona. Pero al final, cuanto más trabajas, más producto vas teniendo, y a lo largo de los años vas sumando, vas sumando… Digamos que es una montaña que se puede llenar muchísimo”.

Lo dejé todo para ganarme la vida como fotógrafo de banco de imágenes

Los créditos universitarios que se convirtieron en una forma de vida

De 31 años y residente en Coslada (Madrid), el interés de Dean Romero por los nichos SEO comenzó “un poco por afición”, cuenta a Xataka. “Después, poco a poco se ha ido convirtiendo en una seudoprofesión y al final ya es mi trabajo a tiempo completo”.

En el último año de Empresariales, hizo un curso para conseguir créditos que se llamaba Crea tu negocio online. “Ahí conocí un poco lo que era hacer un blog, ganar tráfico y monetizarlo con Adsense. Para mí fue un flechazo en ese momento. Descubrí que había una opción que era generar ingresos tú mismo, sin tener que ir a un trabajo, con un horario… Me apasionó el SEO, que fue un poco lo que conocí en este cursillo, y allí empecé a crear webs. Y bueno, poco a poco de ahí hasta ahora”.

Su primer blog, hace más de seis años, fue Animal Fiel, que vendió y se convirtió en Experto Animal, hoy uno de los mayores portales de habla hispana sobre cuidado de animales. “En su día tampoco me daba mucho. Me daba una cantidad residual, cien euros al mes o algo así. Pero cuando lo trabajamos con la gente de UnComo ya pasó a dar varios miles de euros”.

Dean Romero

Entre 500 y 600 euros mensuales le reporta hoy la web significadodenombres.com.es, creada en 2015 y una de las más antiguas que conserva. “Tiene en torno a medio millón de visitas al mes. Se trabajó en su momento, lógicamente, pero luego ha estado años en torno a unos 500, 600 euros al mes recurrentes, pasivos, porque no se hace nada más”.

Entre webs antiguas y nuevas (las más “grandes” y “potentes” son estas últimas), en la actualidad su empresa recibe entre 5000 y 10.000 euros al mes en ingresos pasivos por nichos. La cifra varía por la estacionalidad de algunos de estos: en Black Friday, por ejemplo, aumentan los ingresos por afiliados. “Tenemos webs que llevamos más de tres años sin tocar, incluso algunas cerca de los cuatro años, y nos siguen metiendo dinero. No es una cantidad salvaje, pero nos sigue entrando cada mes”.

¿Los ingresos pasivos son de verdad tan pasivos?

Hay quien cuestiona el nombre de estos ingresos pasivos. Decía Ancora Imparando en El Blog Salmón:

“Los ingresos pasivos no existen. Son un mito. Siempre hay que trabajar, por poco que sea. Yo tengo webs que ya están hechas y solo me requieren un par de horas de trabajo al mes. Es dinero fácil y con poco trabajo. Pero hay un trabajo ahí que hay que hacer. No es un ingreso pasivo”.

“Yo sí creo que existen los ingresos pasivos”, dice Romero. Sin embargo, “si entendemos por pasivo algo que sin hacer esfuerzo o trabajo ya da dinero y lo da por siempre, creo que esto no existe. Creo que tiene que haber una fase previa, seguramente intensiva de trabajo, donde tú generas un activo: una web, un curso… Otra cosa es que tú ya lo automatices y tengas la habilidad, por así decirlo, de dejarlo corriendo equis meses equis años. Y para mí, estos años en los que no has hecho nada y en los que te sigue entrando todos los meses, pasa a convertirse en un pasivo”.

Ingresos Pasivos Activos

Miosi explica que no para de trabajar: “Escribir es mi trabajo diario. Y tomar un par de horas al día para promocionar mis libros”. De hecho, destaca esa labor de marketing para tener ingresos pasivos por autopublicación: “Hay escritores a los que no les interesa hacer promoción de sus obras porque piensan que se deben vender solas. Creo que si nadie te conoce ni sabe de tus libros será muy difícil que los compren”.

No basta con escribir y subir el archivo a los servidores de Amazon. La escritora menciona también buscar una corrección de estilo profesional y lectores cero honestos, aquellos que leen el borrador antes del lanzamiento y detectan, por ejemplo, fallos en la trama o en la construcción de personajes.

Arnaiz habla de gente que, cuando había menos competencia, “ha vendido una sola foto miles de veces e igual le ha dado 100.000 euros”. “Ahora puede que eso te pase y vivas de una foto toda tu vida, pero no es tan sencillo. Realmente, si quieres tener ingresos, buenos ingresos, es una cuestión de trabajo”.

Él pone su mismo ejemplo: “Yo ahora mismo, si dejo de trabajar, probablemente tenga dos, tres años para vivir tranquilamente solo de lo que me siga dando el resto de cosas que ya he hecho. Pero llegará un momento que eso caduque y que las imágenes se vuelvan antiguas, los cursos haya que actualizarlos, los vídeos de YouTube…”.

El fotógrafo lo resume así: “Son pasivos en el sentido de que estoy ganando dinero por algo que hice hace dos años. Estoy ganando dinero mientras duermo, que eso es algo que me encanta, me voy de vacaciones y sigo ganando dinero,. Pero no dejo de trabajar, porque no se mantiene solo tampoco”.

Imágenes: Pixabay, cedidas por Blanca Miosi, Kike Arnaiz y Dean Romero; Unsplash.