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Los estancos son los cajeros del futuro, y un banco recién llegado a España se ha dado cuenta: Nickel

BNP Paribas es un viejo conocido de la banca española, pero solo orientado a la banca privada, atendiendo a empresas, instituciones e inversores para dar servicios de gestión financiera y estrategia patrimonial. Es el banco más grande de Europa, aunque no tan conocido por clientes particulares, algo que está cambiando gracias al neobanco que está lanzando desde 2021 esta entidad. Su nombre es Nickel, y su peculiaridad, que permite ingresar y extraer dinero desde estancos y administraciones de lotería.

El eslógan de este neobanco es singular, y más aún si tenemos en cuenta cuál es su matriz: «Nickel, tu cuenta del barrio» es su forma de presentarse. Como buen neobanco permite darse de alta puramente desde el móvil, pero también en estos establecimientos asociados. Barrio.

Dos de Ducados y 50 euros, por favor

El anuncio de Nickel fue en 2020, aunque llegó algo después y su red de puntos llegó mucho más tarde, de forma gradual. El contexto era propicio: ante el cierre paulatino de cada vez más sucursales bancarias, Nickel contó con establecimientos ya existentes como forma de garantizar un servicio cercano para las gestiones básicas.

Algo en lo que también marca la diferencia es la forma de tarifar y de comunicar sus precios, quizás fruto de su origen orientado al mercado corporativo. En su web es fácil y rápido encontrar lo que cuesta cada uno de los trámites que podemos hacer con Nickel.

  • 20 euros anuales por el mantenimiento de la cuenta
  • Entre 0 y 80 euros por la emisión y renovación de la tarjeta de débito (en función de cuál escojamos, hay cuatro)
  • Ingresos de efectivo en un Punto Nickel: 2% de la cantidad depositada
  • 0,5 euros por retirada de efectivo en un Punto Nickel (las retiradas de efectivo en cajeros dependen de la comisión que cobre su entidad dueña)

Ahora mismo hay algo más de 1.100 Puntos Nickel repartidos por toda España, el segundo país de este neobanco tras su debut en Francia. Los próximos serán Bélgica y Portugal, según anunció la empresa.

Los puntos de venta reciben un terminal de pago mediante el cual los clientes hacen sus operaciones. A cambio, los establecimientos que deciden adherirse a Nickel reciben pequeñas comisiones por cada operación (por ejemplo, los 0,5 euros de comisión por la retirada de efectivo), aunque quizás lo más interesante sea un mayor flujo de visitas que puedan acabar haciendo compras que de otra forma no llegarían a entrar. Algo similar a lo visto con los establecimientos que se convierten en puntos de recogida y entrega de paquetería de compras online.

Esta dinámica recuerda mucho a la vista en el pasado con ING, cuando a través del servicio Twyp Cash permitió la retirada de efectivo de algunas cadenas de establecimientos, como los supermercados Dia.

Resulta curioso cómo se cierra el círculo: un gran banco tradicional (por mucho que su enfoque haya sido el de la banca privada y corporativa) lanzando un neobanco cuya característica más rompedora es que permite retirar e ingresar efectivo en establecimientos de barrio que no son sucursales bancarias ni cajeros automáticos.

Su intención es duplicar los puntos físicos que tiene actualmente para alcanzar los 2.500 en 2025, según reveló su consejera delegada en España, Mónica Correia, a The Objective. También apuntó que para entonces es su intención alcanzar los 600.000 clientes.

Paradójicamente, podría ser el primer neobanco en tener un acercamiento especialmente intenso a clientes de edad avanzada, especialmente aquellos que se han quedado sin sucursales cercanas y que ven cómo en un establecimiento que frecuentan les ofrecen una opción física para sus operaciones. No requiere vinculaciones ni cantidades mensuales mínimas ni nóminas ni pensiones para poder abrir una cuenta.

Nickel tampoco tiene productos más avanzados como un broker bursátil o concesión de pre´stamos e hipotecas, pero sí un argumento a su favor para las generaciones que no conciben ciertos servicios únicamente online.