Inicio Noticiero Digital NVIDIA, ARM y la incertidumbre de un acuerdo con muchísimas ramificaciones

NVIDIA, ARM y la incertidumbre de un acuerdo con muchísimas ramificaciones

Es la adquisición más importante de la historia en el segmento de los semiconductores. NVIDIA ha llegado a un acuerdo con ARM para comprarla por 40.000 millones de dólares, pero la operación tendrá que recibir el visto bueno de los organismos reguladores.

Jensen Huang, el CEO de NVIDIA, ha destacado cómo esta alianza potenciará el alcance de las soluciones ARM en inteligencia artificial o en servidores y grandes centros de datos, pero las ramificaciones de esta adquisición son enormes y ponen por ejemplo en una posición delicada a empresas como Intel.

Un acuerdo histórico

SoftBank compró ARM hace cuatro años por 32.000 millones de dólares, y desde entonces la relevancia de ARM —que ya era enorme— ha crecido de forma notable.

La empresa de origen británico crea diseños de chips que luego licencia para que otros fabricantes puedan crear sus propios microprocesadores basados en esos chips. Además desarrolla los juegos de instrucciones que definen cómo el software controla esos procesadores.

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Ambos elementos conforman una plataforma que compite con las soluciones que durante años han desarrollado por ejemplo Intel y AMD en chips para ordenadores de sobremesa y portátiles. Los diseños de ARM han estado tradicionalmente dirigidos al mercado de los dispositivos móviles, y es difícil encontrar un smartphone o una tableta que no se base en un chip fabricado a partir de alguno de los diseños originales de ARM.

La compra de ARM por parte de NVIDIA tiene por tanto implicaciones enormes que afectan a su actual base de operaciones, su estrategia, la hoja de ruta de ambas empresas y el impacto en todo el ecosistema tecnológico.

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Jensen Huang, CEO de NVIDIA, explicaba en el anuncio oficial cómo «ARM mantendrá sus oficinas centrales en Cambridge (Reino Unido)». La intención de NVIDIA es la de expandir ese centro de operaciones para construir un centro de investigación y desarrollo dedicado exclusivamente al área de la inteligencia artificial.

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SoftBank, la hasta ahora propietaria de ARM, había prometido mantener ese centro de operaciones hasta septiembre de 2021, pero algunos analistas dudan del futuro de esas operaciones. Sonja Laud, de Legal & General Investment Management, indicaba que «con esa fecha de expiración a punto de acabar y con las negociaciones del Brexit en marcha será interesante qué ocurre en el futuro».

Precisamente la toma de poder de una empresa estadounidense ha preocupado en el Reino Unido, donde el partido Laborista pidió expresamente que el Gobierno de este país tomara cartas en el asunto para garantizar la seguridad de esa base de operaciones y todos los puestos de trabajo asociados a ella.

Como explicaban en BBC, no solo hay preocupación con su posible deslocalización del Reino Unido —algo que las declaraciones de Huang parecen desestimar— sino con la estrategia y posición neutral que ARM ha mantenido hasta ahora.

De hecho Herman Hauser -uno de los fundadores de ARM- y Tudor Brown -uno de sus expresidentes- planteaban serias críticas en este aspecto, ya que según ellos NVIDIA fabrica sus propios procesadores mientras que ARM licencia sus diseños. Así, podría existir un conflicto de interés ya que los actuales clientes de ARM podrían depender de una empresa con la que también compiten en ventas.

Que ARM pase a manos de una empresa de Estados Unidos podría tener otra consecuencia más: que el Gobierno de este país, que mantiene una guerra comercial con China, acabe bloqueando a empresas chinas a la hora de usar la tecnología de ARM.

Hauser explicaba cómo al convertirse ARM en subsidiaria de NVIDIA, la empresa quedaría bajo la influencia de la regulación del CFIUS (Committee on Foreign Investment in the United States) y ese posible veto que ya está sufriendo Huawei. «Eso significa que si cientos de empresas británicas que incorporan la tecnología de ARM en sus productos quieren venderlos y exportarlos a todo el mundo, incluyendo a China —que es uno de los grandes mercados— la decisión no vendría de Downing Street, sino de la Casa Blanca».

Servidores, IA y un escrutinio difícil para los reguladores

Es difícil saber qué pasará con la estrategia tradicional de ARM, que hasta ahora se había centrado especialmente en el ámbito de la movilidad. En NVIDIA han hablado de ese nuevo enfoque hacia la inteligencia artificial, pero también de un área con el que los chips de ARM ya habían experimentado: los servidores.

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Jensen Huang ha explicado que uno de los cambios que pretende hacer en la hoja de ruta de la empresa es la de acelerar el desarrollo de diseños de chips ARM para CPUs destinadas a esos servidores, un ámbito cada vez más relevante ahora que la computación en la nube es más y más relevante.

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Las dudas también se plantean en este campo, donde alternativas poco conocidas pero cada vez más relevantes como RISC-V podrían ganar terreno. Geoff Blaber, analista de CCS Insight, lo comentaba recientemente al hablar de los rumores previos a la adquisición.

En esa nota Blaber explicaba cómo NVIDIA se mostraba cada vez más interesada en dominar todas las áreas del desarrollo de semiconductores. La compra de Mellanox en 2019 fue prueba de ello: esta empresa está centrada en el desarrollo de soluciones de networking para computación de alto rendimiento y centros de datos.

De hecho, señalaba el analista, «si los socios de ARM creyeran que la integridad e independencia de la empresa están comprometidos, se aceleraría el crecimiento de RISC-V y eso devaluaría a ARM«. Para él los reguladores podrían echar abajo el acuerdo ante un posible caso de monopolio, pero de dar el visto bueno, esa adquisición podría tardar «meses, si no años» en completarse.

En el ámbito de los reguladores, hay analistas que parecen ver las cosas con optimismo. Es el caso de Patrick Moorhead, que pudo hablar con Jensen Huang y con el CEO de ARM, Simon Segars, para plantearles algunas dudas.

Para él esta operación es positiva y no ve demasiadas trabas al proceso regulatorio: «ARM licencia su propiedad intelectual y NVIDIA hace chips, dos modelos de negocio muy distintos que al combinarse no parecen crear un monopolio«.

¿Qué pasa con los clientes de ARM (y potenciales rivales de NVIDIA)?

Lo cierto es que las dudas también asolan a los tradicionales clientes de ARM. Todos los fabricantes de procesadores móviles (Apple, Samsung, Huawei, MediaTek, etc) se convertirían ahora en clientes de NVIDIA, una empresa con la que ciertamente no compiten de forma directa —NVIDIA se centra en el desarrollo de GPUs para usuario final, profesional y centros de datos— pero que podría plantear suspicacias.

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Apple, por ejemplo, ha decidido hacer la transición a sus propios chips basados en arquitectura ARM para sus futuros Mac, y su situación es singular ya que siempre se ha aliado con AMD —que sí es competidora directa de NVIDIA— en el terreno de las gráficas dedicadas en sus equipos portátiles y de sobremesa.

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En NVIDIA, explicaba Huang, tienen una idea curiosa para tratar de atajar dudas: quieren expandir el modelo actual y licenciar algunos de los diseños de NVIDIA, incluyendo los de sus GPUs, que proporcionarían a los actuales socios de ARM. Eso permitiría a estas empresas (las mismas que hemos mencionado) competir con NVIDIA en su propio terreno, una idea curiosa.

De hecho Linley Gwennap, de The Linley Group, explicaba cómo NVIDIA «se ha esmerado mucho en hacer hincapié en que ARM continuará actuando como un proveedor neutral, y en que además NVIDIA no interferirá con ninguno de los esfuerzos de licencia de ARM, incluso si algunos clientes de ARM compiten con NVIDIA». El escepticismo, no obstante, es claro.

Las consecuencias podrían ser muy amplias en muchos sectores, pero también podrían tener un impacto enorme para Intel, tradicional dominadora del mercado de los PCs. NVIDIA ha sido una aliada tradicional de Intel al acompañarla en muchos sistemas destinados a usuarios finales, pero este acuerdo podría cambiar las reglas del juego.

Así, NVIDIA podría acelerar el desarrollo de diseños de CPUs para PCs de sobremesa. Ya existen ultraportátiles basados en chips ARM y en Windows 10, pero es Apple la que ha decidido decir adiós a Intel y la arquitectura x86-64 para pasarse a sus chips ARM. Puede que otros lo hagan, pero la pregunta es si NVIDIA favorecerá o impulsará ese tipo de futuro.

De hacerlo, comprometería tanto el papel de Intel como el de su clara rival en el mercado de los gráficos, AMD, que también fabrica procesadores para equipos portátiles y de sobremesa. Puede que tardemos años en ver los efectos de este acuerdo, pero desde luego las ramificaciones del mismo son extraordinarias.