Son tiempos complicados para Sonos. Si hace unas semanas conocimos que han presentado una demanda contra Google por una supuesta violación de patentes, ahora la compañía ha anunciado una política de actualizaciones que ha generado bastante polémica entre los usuarios.
Y es que pese a que sus primeros altavoces y productos de sonido apenas tienen más de diez años, Sonos ha anunciado que dejará de actualizarlos, siendo posible que no se «pueda acceder a algunos servicios y funciones», tal y como explica el comunicado oficial de la compañía.
Los altavoces Sonos llegan a su límite técnico de capacidad y memoria
Algunos de los productos más antiguos de Sonos dejarán de recibir actualizaciones y funciones nuevas a partir de mayo de 2020. La compañía explica que hace casi 20 años empezaron ofreciendo sus dispositivos, haciendo referencia a la época de Myspace y antes del primer iPhone.
Sonos apuesta por un sistema propietario, donde todos los altavoces disponen de un microprocesador, una memoria flash y otros componentes de hardware más propios de smartphones que de sistemas de sonido tradicionales. Y aquí es precisamente donde está la diferencia con los productos de Sonos, pues estos altavoces «inteligentes» han continuado recibiendo mejoras a través de actualizaciones de software.
Según los datos de la compañía, el 92% de sus productos vendidos se siguen utilizando hoy en día. No es de extrañar, pues lo habitual es que un altavoz dure muchos años. Sin embargo, según Sonos, se ha alcanzado el límite técnico en términos de capacidad de procesamiento y memoria. Y esto provocará que no pueda seguir actualizándose.
«El próximo mes de mayo, estos productos antiguos dejarán de recibir actualizaciones de software y funciones nuevas: los primeros ZonePlayer, Connect y Connect:Amp (vendidos entre 2006 y 2015), la primera generación de Play:5 (lanzada en 2009), CR200 (lanzado en 2009) y Bridge (lanzado en 2007)».
Los dispositivos Sonos se basan en un ecosistema con acceso a servicios de música, asistentes de voz y opciones de control como AirPlay 2, pero al no poder seguir actualizando estos servicios, se podría dar la situación donde el altavoz deje de poder utilizarse a través de ellos. El propio altavoz seguirá funcionando como uno tradicional, pero los usuarios habrían pagado un coste mayor por esta conectividad que ahora se podría perder.
Sonos ofrece dos opciones a los usuarios de alguno de estos altavoces conectados. La primera opción es seguir utilizando los productos antiguos, aunque dejando de recibir actualizaciones, funciones nuevas y quizás problemas de compatibilidad con los servicios de música.
Por otro lado, Sonos ofrece un 30% de descuento por cada producto que se renueve. Un «modo reciclaje» que pone en evidencia la vida útil más corta de los altavoces conectados teóricamente (por precio) superiores a los tradicionales.
