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Unos científicos al fin han resuelto uno de los mayores misterios del planeta: los «círculos de hadas» de Namibia

Una de las formaciones naturales más impresionantes y misteriosas de Namibia es la de los llamados círculos de hadas. Estos círculos, como su místico nombre indica, están envueltos en un misterio, el de qué los lleva a formarse. Hasta ahora dos hipótesis sobre su naturaleza competían por explicar el fenómeno. Una de ellas ha ganado terreno.


Las extrañas formaciones consisten en una serie de círculos donde el suelo carece de vegetación, rodeados por una circunferencia donde la vegetación es más densa y verde. Estos círculos tienen un diámetro que suele variar entre los dos y los diez metros y entre los círculos también suele haber una distancia de aproximadamente diez metros.

Los círculos de hadas aparecen en un área situada a entre 80 y 140 kilómetros de la costa namibia, en pleno desierto de Namib. Durante los últimos dos años, el investigador Stephan Getzin, de la del departamento de Modelización de Ecosistemas de la Universidad de Goettingen estudió el entorno con su equipo para averiguar qué es lo que causa la aparición de estas (quizá no tan) inusuales formaciones en el desierto.

Ahora ha publicado un artículo en la revista Perspectives in Plant Ecology, Evolution and Systematics en el que señala que son las propias plantas las que forman los círculos para aprovechar el agua, tan escasa en el entorno.

Las termitas son conocidas por generar inmensas estructuras que alteran el aspecto de muchos paisajes. Desde guaridas que se asemejan a rascacielos en «miniatura» hasta sistemas de galerías que se extienden a lo largo de miles de kilómetros cuadrados.

Estos insectos eran por tanto un sospechoso perfecto. Hace unos años un artículo publicado en la revista Nature proponía una relación entre termitas y el clima que explicaría la formación de este paisaje parcheado. Según esta hipótesis las termitas se alimentarían de un área vegetal en el círculo. La ausencia de plantas en este entorno permitiría que las plantas de alrededor lo aprovecharan como “depósito de agua”, aprovechando la humedad retenida en ese suelo gracias a las hormigas.

Hay un problema, formaciones se extienden más allá de los dominios de las termitas. Un ejemplo de esto son los círculos de hadas de Australia, descubiertos hace tan solo seis años. El análisis de Getzin y su equipo en Namibia también exculpa a las termitas.

Entre la estación seca de 2020 y el final de la estación lluviosa del presente, el equipo analizó todo el proceso de aparición de los círculos. Éstos aparecen tras la llegada de las lluvias, cuando el suelo aún se encuentra cargado de humedad.

Es entonces cuando la hierba comienza a crecer. Pasados unos días del fin de las lluvias estas plantas han crecido, pero no de manera uniforme. Los abundantes brotes verdes de fuera de los círculos ya comienzan a contrastar con los brotes, escasos y marchitos, dentro de los círculos. Pasados 20 días las plantas del interior de los círculos han muerto ya.

En estos primeros días los investigadores no hallaron pruebas de que las termitas hubieran atacado estas plantas. Es más, las raíces que habían dejado atrás eran tan largas como las raíces de las plantas sanas de fuera. A veces incluso más, lo que implica una búsqueda más desesperada de agua por parte de la planta. Fue a partir de los 50 o 60 días que los investigadores pudieron observar el paso de los insectos.

Para encontrar la explicación de lo que está pasando tenemos que ir a antes del viaje del equipo a Namibia. En 2020 Getzin recurrió a una teoría de los años 50 para explicar estos círculos sin la necesidad de recurrir a las hormigas: los patrones de Turing.

Alan Turing trataba de explicar cómo algunos patrones definidos podían aparecer en áreas aparentemente uniformes y cómo funcionaban sus dinámicas temporales. Esta idea de los patrones de Turing se repite en innumerables aspectos naturales, entre ellos la aparición de parches carentes de hierba en el césped.

El trabajo de campo realizado por los investigadores comprobó que la humedad del suelo podía moverse en sentido horizontal, incluso varios metros. Comprobaron que la humedad del suelo se reducía lentamente cuando las plantas eran jóvenes pero rápido cuando las plantas crecían. Esto ocurría tanto dentro como fuera de los círculos, es decir, las plantas de fuera del círculo estaban absorbiendo la humedad del interior.

Esto quiere decir que las plantas de alrededor del círculo, podían absorber la humedad remanente en el interior de éste que las plantas ya muertas del entorno no habían podido aprovechar. En cierto modo por tanto, la muerte de las plantas del interior de los círculos es la que permite a las plantas de alrededor crecer con más fuerza.

En palabras del propio Getzin, “Formando paisajes de intensos patrones de círculos de hadas homogéneamente esparcidos, las hierbas actúan como ingenieros de ecosistemas y se benefician directamente de los recursos hídricos provistos por los huecos de vegetación. De hecho, sabemos de estructuras vegetales autoorganizadas por otros varios secarrales en el mundo, y en todos esos casos las plantas no tienen otra opción que sobrevivir creciendo exactamente en tales formaciones geométricas.”

Imagen | Stephan Getzin