Inicio Opinión Ante la próxima final de Copa de SM el Rey

Ante la próxima final de Copa de SM el Rey

En primer lugar solidarizarme públicamente con el director de Alerta Digital, Armando Robles, por haber sido archivada la querella interpuesta contra él por una asociación de juristas catalanes, con motivo de haber llamado “cerdos” a los que pitaron el himno nacional español e insultar al jefe del Estado, en una final de Copa entre el FC Barcelona y el Athletic club de Bilbao. O sea, que queman la foto de Felipe VI; simulan tirotear su cabeza; los Pujol siguen en libertad; subestiman, atacan y menosprecian públicamente a la institución militar; linchan y apalean a quien ose exhibir una bandera nacional española en Cataluña; declaran la república catalana ciscándose en la Constitución y desobedeciendo a los Tribunales; retiran y queman los símbolos nacionales españoles, etc. Y no pasa absolutamente nada.

Y mientras, el ínclito Javier Tebas, actual presidente de la LFP, impone una sanción de 60.000 euros a Armando Robles por aquellas declaraciones, en las que ahora un juzgado de Málaga, no ve indicios de delito.

Que fácil es, señor Tebas, ensañarse con un disidente débil e indefenso, en este caso un humilde periodista independiente pero incontrolable, mientras usted, que contra el director de esta casa se muestra tan campanudo, se pasa por el forro de los caprichos todo tipo de comportamientos reprobables y tropelías cometidas en esa competición que usted actualmente dirige.

Todos sabemos que usted es un peón más del sistema, por lo tanto, no se equivoque ni confunda, en este país todavía quedamos personas que no nos chupamos el dedo. Sabemos que no sólo en los partidos políticos se amparan y acomodan los potenciales ladrones, sino en instituciones como la que usted dirige y otras de la misma índole, a través de las cuales esos malhechores ocupan cargos para poder corromperse.

Dicho lo cual, y ante la inminente final de Copa, hay quien ha lanzado una campaña “pro-himno nacional” a través de las Redes sociales, mediante la cual, se hace un llamamiento a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que, si en esa final de Copa de SM el Rey, se pitase al himno nacional y se insultase al Jefe del Estado, se suspenda de inmediato el partido, pues no se debe tolerar que un sector del público insulte a toda una nación, y que ese execrable y repugnante comportamiento quede, una vez más, totalmente impune.

Ni que decir tiene, que a estas alturas de la epidemia secesionista, la suspensión de ese encuentro se asemejaría a un castigo en un patio de recreo, pero, al menos sería más efectivo que aquellas campañas contra los terroristas vascos de la ETA en las que las formaciones políticas representadas en el Parlamento, invitaban a los ciudadanos a minutos de silencio, a que se pintasen las manos de blanco, y a que se colocasen lazos negros en el pecho. Nada más irrisorio e ineficaz. Los terroristas, con cientos de asesinaos a sus espaldas, se ciscaban públicamente en las Instituciones, se pitorreaban de los que se hacen llamar constitucionalistas, se choteaban del gobierno y de la Corona, y hacían mofa y befa del sistema constitucional.

Sirva este soneto como mensaje a todos los que practican el ataque sistemático y el odio a España y a los buenos españoles:

En rojo y amarillo es mi bandera,

símbolo amado y singular de España,

rojo como la sangre de su entraña,

y oro puro de la mejor cantera.

Si alguien la arranca, escupe o vitupera,

insulta o incendia con odio y saña,

quisiera convocar una campaña,

que pusiera indignada a España entera.

Y gritar que la sangre no se apaga,

que el oro de quilates no se funde,

que España, envuelta en llamas, no se hunde.

Que el malvado, al fin, su delito paga,

el que lo hizo, y también el que lo haga,

que el español no se acobarda, ni confunde.