Hay días que podríamos vestirnos de negro, como hacen los empleados de IB3 TV cuando protestan. Los tiempos que corren no son demasiado buenos ni para el periodismo ni para los forofos futbolísticos. Unos porque han dejado de ser el cuarto poder, ya saben, después del ejecutivo, el legislativo y el judicial, que tampoco están para tirar cohetes. Y los otros, los hinchas, porque, lo siento, he de escribirlo, Carlos Velasco Carballo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, que ahora dan la cara ¡yupi! acaba de hundir la tesis de que los títulos los deciden los colegiados.
No crean que no son dos temas para reflexionar sobre todo si eres un periodista (iluso, tonto, viejo), que solo ama el papel, el olor a tinta y manchar el diario cada mañana con la manteca del curasán (estas muerto, chavalito) o si eres un seguidor de un equipo grande, que suele buscar la excusa de que el árbitro te ha robado cuando, está demostrado (ahora con el VAR) que no te han levantado ni un euro.
Persiguiendo los clics
Mirémoslo más detenidamente. E, insisto, no quiero hundir a las decenas de facultades de periodismo y/o comunicación que existen en España. No, no, solo quiero ofrecer datos. A muy pocos presidentes, futbolistas, entrenadores, a ningún socio y seguidor le preocupan ya las portadas (incluso de los muchos diarios deportivos que hay en España, caso único en el mundo). De ahí que el Barça fardase ayer, chulease (que es, desde luego, un gran logro y muy estudiado) ser el club más seguido en las redes sociales del mundo.
Ahí está, lo siento queridos jóvenes periodistas que llegáis al mundo de la información, aquí lo que se persigue son clics en las redes sociales, lo que el Barça en su comunicado de ayer llama “interacciones en las redes sociales”. ¡Ojito! porque el asunto no va de broma. No digo, no, que miremos las tiradas de los periódicos o los clics de nuestras webs, no, no; digo que el Barça ha tenido 1.189 millones de interacciones en las redes en el 2018: 989 millones en Instagram, 130 millones en Facebook y 70 millones en Twitter. Y subiendo. Decenas de millones más que el Real Madrid, con 703 millones, o el Manchester United, con 647.
El árbitro no se equivoca
Eso es lo que interesa, pequeños, eso. Eso y ser, como lo es también el Barça (¿Leo Messi?, bueno, Leo Messi), líder en visionados de videos en YouTube, otro lugar al que yo ni siquiera sé acceder si no es con la ayuda de mis hijos Luis y Juan. Los videos del Barça se vieron, en el 2018, 271 millones de veces y los del Liverpool, segundo, 132.
Y, repito, para los forofos que durante décadas convirtieron Caneletes y las tertulias en el lugar ideal para decir que el árbitro les robo el día antes, que lo sepan: en la primera vuelta de la Liga, hubieron 397 decisiones dentro del área de penalti, los árbitros acertaron en el 93,45% de ellas, si le sumamos la ayuda del VAR, en el 98,24%. Así que el error, ¡dejen de reclamar!, es de 1,76%.
Es la era de Instagram, Facebook, Twitter, mentiras y cintas de video. Estudien eso.
