Inicio Opinión «Cuando no nos dejábamos sobornar», por Ferran Monegal,

«Cuando no nos dejábamos sobornar», por Ferran Monegal,

Ha causado una profunda excitación, un gran interés, y muchos comentarios, ese momento de la entrevista de Ana Pastor con Merceditas Milà (¿Dónde estabas entonces?, La Sexta) en el que Merceditas cuenta cómo la quiseron sobornar tres días antes de hacerle una entrevista en TVE a Adolfo Suárez. Contó que el entonces asesor suyo Alfredo Fraile le mandó un paquetito con unos pendientes fabulosos «Que debían valer 500.000 pesetas o más». Y siguió contando Merceditas que inmediatamente cogió la moto, se fue al despacho de Fraile, le lanzó los pendientes a la cara y le dijo: «Te has equivocado de la A a la Z. Si algún día quieres darme las gracias por algo  me mandas unas flores, pero jamás un regalo como éste». ¡Ahh! Cómo le agradezco a Merceditas que haya enseñado a esa inmensa masa de ciudadanos menores de 40 años que hubo un tiempo en que los periodistas nos resistíamos a dejarnos sobornar. Hoy las cosas han cambiado. Hemos progresado una barbaridad. Hoy ya no te mandan zarcillos de 500.000  machacantes. Hoy con amenazarte con quitarte el alpiste, el salario del miedo, basta. A veces incluso ni eso: son tantas las ganas de hacer méritos que ya vivimos agachados como perritos falderos con toda naturalidad. Hubo otro momento que nos sacó Ana Pastor, extraordinario: la entrevista de Merceditas a su propio director general José María Calviño. Fue en enero de 1986. Le dijo: «¿Aquí, en los informativos de TVE, se puede hacer periodismo sin consignas, ni vetos, ni censuras? ¿Cómo puede usted tener la cara dura de decir lo que dice cuando acaba de cerrar La clave, el único programa de debate que había en TVE? (…) Hay 650.000 personas que han firmado un documento para que usted se vaya, que no le quieren dirigiendo la televisión pública de España». ¡Ahh! Qué golpe más tremendo recordar que hubo un tiempo en que al director general de la propia cadena se le hacían entrevistas como esta en lugar de los serviles masajes que ahora se gastan. Imagínense una entrevista parecida en la actual TVE o en la actual TV-3. Es impensable.

Tengo compañeros que todavía luchan. Que se resisten. Que se rebelan en defensa de un periodismo honesto, sin trampas, y de servicio al ciudadano. Saben que serán laminados. A estos últimos mohicanos dedico hoy este humilde comentario.