Inicio Opinión El caos de mi biblioteca, por Josep Maria Espinàs

El caos de mi biblioteca, por Josep Maria Espinàs

Parece que habiendo pasado los 90 años sería razonable dedicarme a la amenidad de los entretenimientos. En casa tengo un montón de cosas por hacer. Pero no soy un ciudadano muy razonable. Podría leer un montón de libros que hace tiempo que esperan que los haga bajar de los estantes, y me dicen para estimularme: hay algunos que te gustarán.

Lo sé, y me lo he dicho más de una vez. Pero estiro el brazo para coger un volumen de un estante, lo hojeo y lo vuelvo a dejar donde estaba, en el estante de arriba. Quizá es un pecado tener arrinconados unos libros llenos de ideas y que, además, pueden ser instructivos o apasionantes.

Seguramente padezco la enfermedad del escritor que está rodeado de libros y no olvida que a él le toca escribir un libro y aún no ha llegado a la mitad.

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A veces me viene a ver un escritor que me dice, admirado: «¡Tienes una buena biblioteca!». Francamente, eso no es verdad, no tengo libros importantes, lo que pasa es que la acumulación de volúmenes en las estanterías reconozco que hace un cierto efecto. Pero a veces ocurre la situación más estúpida: sé que tengo ese libro, pero busco y no lo encuentro.

Sé que podría superar el caos poniendo los libros en el suelo, reunirlos por temas… o por autores… o por los volúmenes, que son más bonitos, grandes y con espléndidas ilustraciones… Los colores de los lomos tampoco me sirve: los hay grises, amarillos, azules… ¿Dónde debo poner un libro que es una historia de los transportes? Hoy que hay tantos ordenadores se podría haber inventado un ordenador de libros. ¿La «historia de las monedas» donde lo pongo? ¡Auxilio! Ya hace tiempo que me considero definitivamente derrotado.