No soy nacionalista, dices y repites. Es una cuestión de democracia. Porque esta España es irreformable. No hay nada que hacer. Aquí, en Catalunya, somos distintos. Más avanzados. Más progresistas. Pero no, tú no eres nacionalista. Solo anhelas vivir en un país donde se respeten los derechos. Aunque últimamente andas callado. El día que Puigdemont designó a Torra estuviste un tanto ausente, mirando hacia otro lado. Y al otro lado hay tanto que denunciar.
Moción de censura
Entonces llegó la sentencia inclemente con el PP. Curiosamente de esos tribunales españoles tan denostados. Y la moción de censura. En un pispás, todo parece diferente. Pero no, es solo maquillaje, repites. ¿Once ministras en las carteras más relevantes? Maquillaje, por supuesto. Y Sánchez ofrece Valencia como puerto de acogida. Vaya, con lo que tú has reprochado a España su inacción con los refugiados. Te costó un par de horas hacer un tuit. Al fin, compartiste alguna publicación de celebración. Y te lanzaste a recordar los CIE. Y la Corona y la venta de armas a Arabia Saudí. Lo de empresas catalanas vinculadas a la industria militar igual te lo callaste.
Entretodos
Pero siempre nos queda Borrell. ¿Enfrentamiento civil, dijo? Negó la posibilidad de una guerra, pero, aún así, ¿cómo puede sugerir la posibilidad de desórdenes públicos? Imposible. Catalunya es un pueblo pacífico. Lo llevamos en nuestro ADN. Somos diferentes a cualquier pueblo del mundo. Y no, no eres nacionalista.
