Inicio Opinión Odios y tranvía, por Pau Noy

Odios y tranvía, por Pau Noy

En el transporte público estamos de enhorabuena. El consejo plenario del Ayuntamiento de Barcelona aprobó el pasado viernes la unión de los dos tranvías por la Diagonal. Al calor del debate sobre esta decisión municipal hemos vuelto a escuchar diversas opiniones. Me llamó la atención alguna que, para criticar el proyecto, lo contraponían con el bus eléctrico y lamentaban la falta de una apuesta de TMB por este transporte. Alguien se atrevió a hablar de «odio al bus eléctrico».

En tres años, Barcelona dispondrá de 143 buses eléctricos

En TMB apostamos por el cumplimiento de los acuerdos de París. Por eso, en el 2018 hemos reducido las emisiones CO2 en un 59% respecto de las del año anterior.  Además, ahora disponemos de una decena de buses eléctricos incorporados durante este mandato. Unos tienen baterías que cubren toda la jornada y otros funcionan con sistemas de carga de oportunidad, con baterías más livianas que se cargan rápidamente al final de cada vuelta. Son fruto de proyectos de investigación en el marco de la UE, donde TMB es especialmente activa. Apostamos por el bus eléctrico con mucho esfuerzo, porque contrariamente a los vehículos pequeños, la tecnología eléctrica en vehículos grandes (buses, camiones, etc.) es todavía experimental y tiene ciertos riesgos, que deben minimizarse. También tenemos más de 300 buses híbridos, con tracción eléctrica parcial, una tecnología plenamente madura. Los dos sistemas de tracción eléctrica, híbrida y convencional, aportan a la ciudad grandes ahorros energéticos e importantes reducciones en las emisiones de CO2. La apuesta por el bus eléctrico se intensificará porque en tres años la ciudad dispondrá de 143 autobuses eléctricos y más de 400 híbridos con un horizonte de ser totalmente eléctricos en una década, con cero emisiones.

Pero ningún bus eléctrico podrá acercase jamás a la capacidad de un tranvía, un modo de transporte presente en más de 230 ciudades de Europa. Ponerle pilas a un bus lo hará más limpio, pero no lo hará más grande. En la Diagonal hay un grave problema de congestión de buses y de una evidente falta de capacidad que no resolveremos con más buses, eléctricos o no, sino con tranvías que puedan cargar los 240.000 viajeros que se esperan cada día -como los de una línea de metro-, tanto en Barcelona como en los otros ocho municipios donde el tranvía da servicio.

Entretodos

Con el ‘sí’ a la unión del tranvía se da un paso histórico en favor de un mejor transporte para los usuarios que pasan por la Diagonal pero, además, se ha dado un paso de gigante para que gane peso la gestión pública a través de TMB. Además, el tranvía por la Diagonal liberará buses que ahora mismo se concentran en la avenida con destino a los barrios de la ciudad, en un refuerzo sin precedentes.

El debate tranvía vs bus eléctrico es totalmente falaz. No me cabe en la cabeza que alguien pueda odiar el tranvía. Como en toda Europa, en Barcelona apostamos por tranvías, metros y buses, una nueva lectura de las siglas de TMB,  situándolos cada uno donde puedan dar un mejor servicio.