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Semilingües

León Arsenal, escritor

Liquidado por fin el «aguirrismo» en Madrid, se airean las lacras que trajo: desde tramas de corrupción institucional a maleo de empresas públicas. Pero también debemos fijarnos en los daños causados en áreas tan vitales como sanidad y educación. Y hay que replantearse medidas presentadas en su día como progreso. La enseñanza bilingüe español-inglés, sin ir más lejos.

Cuando se anunció, muchos lo vimos positivo. Colegios públicos donde se enseñaría en español e inglés. ¿Cómo oponerse a tal avance? Pero, después, los docentes comenzaron a denunciar carencias y, con los años, aparecieron informes nada positivos al respecto.

Esta educación bilingüe tiene un efecto negativo sobre muchos alumnos madrileños. Aprenden mal las materias que estudian en inglés y, de paso, se empobrece su español. Aquí tenemos un estudio bastante reciente, por ejemplo, http://documentos.fedea.net/pubs/dt/2013/dt-2013-08.pdf de conclusiones demoledoras.

La cara negativa de esta enseñanza se ha escamoteado, a menudo ocultándola tras éxitos concretos, como los resultados en las evaluaciones PISA que obtienen los alumnos de Madrid.

¿Es que una enseñanza bilingüe es mala? Al contrario. Es más que positiva, siempre que haya medios y un diseño racional. Y ambos han faltado. Muchos docentes no estaban cualificados para enseñar en inglés y no se destinaron recursos materiales suficientes. Tuvo mucho de cartón piedra, de populismo. Y las víctimas son jóvenes que aprenden mal el español y aprenden mal en inglés. Más que educación bilingüe deberíamos llamarla semilingüe, porque aprenden todo y de todo a medias.

Entonces, ¿debemos suprimir la enseñanza bilingüe? Para nada. En sí es positiva, pero hay que arreglar el fiasco. Los expertos sugieren medidas rápidas. Una es consultar a la comunidad educativa, cosa que no se ha hecho. Otra es hacer evaluaciones sobre el impacto de todo esto en los alumnos. Otra es reducir el número de centros bilingües y concentrar en ellos los recursos actuales. Y hacerlo de forma equilibrada entre todas las DAT (direcciones de área territorial). Luego se pueden ir ampliando… si se destinan los recursos necesarios.

Esto se va sabiendo. Por ahora, hay padres que por su cuenta buscan colegio no bilingüe para sus hijos. Pero, antes o después, se organizarán. Sería esperpéntico que, mientras en otras regiones parte de la ciudadanía se moviliza contra la exclusión del español de la enseñanza, en Madrid acabásemos haciéndolo contra un falso bilingüismo propio de Pepe Gotera y Otilio.

Por León Arsenal

Escritor