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Valores masónicos en las series televisivas

Con el objetivo de destruir los valores cristianos de la sociedad occidental y de la española, la masonería a través, entre otros medios, de las series televisivas nos bombardea con sus “valores” poniéndonoslos como modelos para que abandonemos los nuestros, cristianos.

Simultáneamente con los reality shows pretende culminar la incultura de la población que inició el PSOE con la LOGSE y sus otras leyes de educación, que situaron a la juventud española en el último nivel educativo de Europa.

¿Cuáles son los valores que nos predica?

Ante todo el relativismo moral. Nada es bueno o malo éticamente sino en la medida en que haya o no consenso. El único valor es la negación de cualquier valor. Lo decía ZP afirmando que en política todo es posible porque no tienen los políticos principios ni valores. Coinciden en ello PSOE y PP.

Otros estereotipos de las series televisivas

El aborto es una opción que forma parte del derecho a decidir de la mujer. Se acepta o rechaza en función de los posibles conflictos que conlleve. Al tiempo se sustituyen los millones de no nacidos (solo por aborto quirúrgico en España) por la sumisa inmigración musulmana.

Se presentan las parejas de gays y lesbianas tan “normales” como las heterosexuales de modo que la frecuencia de aquellas en las series es muy superior a la que se observa en la sociedad. Y adoptan hijos, aunque sea incompatible con la biología. Se les adorna con grandes valores humanos, cuando la práctica psiquiátrica indica que la homosexualidad es un tormento para quienes la sufren. La homosexualidad y la heterosexualidad son, según la Educación para la Ciudadanía dos opciones entre las que los jóvenes pueden elegir tras experimentar con las mismas. El cambio de sexo es una opción aceptable y muestran el divorcio, la infidelidad conyugal y las relaciones extramatrimoniales como la situación habitual en las familias.

Es sistemática la inmoralidad en el vestir de las actrices, que nos muestran con frecuencia parte de sus pechos como si no fuesen órganos sexuales que excitan la libido de los varones sanos.

Es habitual ridiculizar a la Iglesia Católica en su liturgia y sacramentos y a Jesucristo de forma blasfema, pero, aunque no sería difícil, no se atreven a hacerlo de Mahoma ni de su doctrina por las represalias.

Con el objetivo de que aceptemos la inmigración magrebí, nos presentan, a los mahometanos, como muy tolerantes con cristianos y judíos en el pasado, cuando la historia muestra que los musulmanes ayer como hoy cuando están en mayoría, en nombre de su religión, asesinaron y asesinan. Nos ocultan las series que, cuando no los persiguieron, los trataron como inferiores cargándoles con impuestos que no pagaban ellos.

También nos ocultan que era y es delito difundir el cristianismo en países musulmanes, que El Corán propone la guerra exterminadora de la Yihad contra los no creyentes, y que dejar de ser mahometano supone la pena de muerte por aplicación de la Sharia (ley musulmana). También nos ocultan que anualmente unos 100 000 cristianos mueren asesinados por serlo a manos de musulmanes.

Otro de los mensajes que los documentales repiten hasta la saciedad es que todas las religiones son similares (es decir que ninguna es verdadera) y que tanto el judaísmo como el cristianismo proceden de las creencias del Antiguo Egipto, negando a las mismas su carácter de religión revelada por Dios al hombre.

Como conclusión afirmo que la masonería defiende no la laicidad entendida como la separación de Iglesia y Estado, sino el laicismo, entendido como persecución de los valores cristianos, pero no los musulmanes, con el objetivo de conseguir desmoralizar a la sociedad, hacerla sumisa y apoyándose en la inmigración poder explotarnos económicamente.