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El fin de la fiebre por el oro verde: ni adelgaza ni es anticancerígeno

Si por algo se caracteriza el aguacate es por su versatilidad en la cocina. Se puede comer untado sobre una tostada, troceado en una ensalada o mojado en guacamole. En un «brunch» o en una cena. Partido a la mitad o con cuchara. Sin embargo, la fiebre por el «avocado» no sólo ha subido entre los «foodies», sino también entre los «instagramers». En la red social por excelencia de los «millennials», esta fruta es la reina. Basta con buscar su «hashtag» para encontrar hasta cinco millones de fotos. Y es que, a pesar de su elevado precio, se ha convertido en la estrella de las fruterías y de las redes sociales. Aquí, sus fans lo presentan como el apunte verde rico en omega-3 con el poder de acabar con los huevos benedictine de los desayunos «hipsters». En definitiva, como un superalimento capaz de retrasar la aparición de arrugas, de aumentar el deseo sexual o desarrollar propiedades anticancerígenas. Pero su reputación está en peligro, precisamente, a causa de la voracidad que despierta: tan sólo en España, en 2018, se consumieron más de 74 millones de kilos, 19 más respecto al año anterior. Y con ellos aumentaron, también, sus detractores.

Él solo reúne la vitamina A del tomate, el ácido oleico del aceite de oliva, la vitamina C de la naranja, el ácido fólico de las espinacas y el calcio del yogur, pero eso no quiere decir que sea el sustento perfecto. Según la Organización Mundial del Aguacate (OWA), se trata de una fruta rica en fibra y con un efecto saciante. Aún así, su alto contenido calórico lo convierte en un alimento poco recomendable para personas con sobrepeso. «Sus ácidos grasos son beneficiosos para la salud: proporcionan energía al organismo, tienen efectos cardiovasculares y disminuyen el riesgo de padecer cardiopatías», asegura Xavier Equihua, consejero delegado de OWA. Dicho de otro modo: aunque sus grasas monoinsaturadas resultan sanas y tienen un poder saciente, también cuentan con bastantes calorías. En concreto, 169 por cada 100 gramos. Lo que sitúa a esta fruta por encima de otras como el plátano, el caqui o el higo. «También ayudan a mantener el colesterol en un nivel normal», añade Equihua. Ahora bien, su consumo debe siempre enmarcarse en un dieta equilibrada.

Hoy, se diferencian hasta 500 variedades distintas. La más comercializada es Haas, de tamaño oval, de piel oscura y de pulpa amarilla. En cambio, SlimCado es de color verde, se produce en Florida y contiene menos grasa. Normalmente, la primera cuenta con un 17%, mientras que la segunda con un 10%. Esto explicaría que el aguacate que se comercializa en los mercados españoles bajo la etiqueta «light» simplemente sea eso: una variedad verde. «El problema de su reclamo es lo que se entiende como tal», explica Álex Oncina, investigador de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández. «Ni engorda menos ni es más sano que su homólogo no light». Como tampoco está probado su poder afrodisíaco ni su potencial anticancerígeno. Aún así, no hay que perder de vista que se trata de un alimento de primera calidad, rico en minerales y vitaminas, aunque no tanto en proteínas. Éstas tan sólo representan un 2% de su composición. «Se concentran principalmente en la semilla», asegura Ana Zugasti, médico especialista en Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. «Además, presenta carotenoides o fitoesteroles». Una serie de beneficios que nada o poco tienen que ver con la fiebre por el oro verde que se ha extendido bajo la etiqueta #foodporn y gracias a las extridencias de Miley Cyrus que, entre otras cosas, lo lleva hasta tatuado.