Más del 20% de la población se ve afectada hoy día por problemas derivados de la malposición dental y la mala mordida, una situación cada vez más frecuente.
Gracias a los tratamientos ortodóncicos, el paciente recupera la alineación de su dentadura y, con ello, su funcionalidad y estética, pues los dientes apiñados o torcidos tienen más probabilidades de padecer caries, sarro o halitosis y de producir inflamación de encías y dolor de cabeza, de cuello y al masticar.
“Con la ortodoncia adecuada no solo obtendremos resultados estéticos, sino importantes beneficios funcionales, como evitar el desgaste anormal de los dientes, mejorar la digestión de los alimentos, eliminar dolores de cabeza y cuello y prevenir la aparición de futuras enfermedades dentales”, explica el doctor Carlos Elzaurdia, director médico de la Clínica Dental Roma.
El ortodoncista elige el tratamiento más conveniente en cada caso, después de estudiar la malposición o la mala oclusión de los dientes por medio de radiografías, moldes de la boca y fotografías intra y extraorales del paciente. Las técnicas más comunes son las ortodoncias fijas, con brackets que se adhieren a los dientes, y la moderna ortodoncia invisible removible.
