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Ovario, un cáncer «escondido»

Un aumento del perímetro abdominal, la sensación de pesoen el estómago o de plenitud tras ingerir escasas cantidadesde comida, la necesidad de orinar asiduamente, así comopuntuales dolores en la región pélvica son síntomas queenmascaran un tumor que sufren 3.000 españolas al año.

El diagnóstico tardío reside en que los síntomas suelen ser inespecíficos y es común confundirlos con patologías benignas, por ello, el resultado es una tasa de supervivencia inferior al 50% en casos avanzados. «El cáncer de ovario es silencioso. Nosotros pretendemos dar voz y plantar cara a esta enfermedad. No queremos deambular de una consulta a otra. Pretendemos contar con un equipo multidisciplinar, capaz de realizar un diagnóstico precoz», señalaba Paz Ferrero, presidenta de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco), cuando se fundó este colectivo hace siete años. Ahora, tras la renovación de la junta en 2019 la preside Charo Hierro.

Casi un tercio de las mujeres que padecen cáncer ginecológico en España fallece a consecuencia del mismo y estas cifras permanecen casi invariables en los últimos años, más allá de los incansables esfuerzos que se están realizando en investigación e innovación para encontrar nuevas estrategias de tratamiento de la enfermedad.

La concienciación social y de la mujer sobre este tipo de tumores está muy por detrás de lo deseable. Así, Ferrero explicaba que «el cáncer ginecológico es especial porque puede afectar la función hormonal y ocasionar una menopausia temprana, puede alterar la sexualidad de las mujeres, y porque también puede afectar su vida cotidiana, ya que aún hoy en países occidentales permanece como un tema tabú entre la sociedad».

Desde el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico), Andrés Redondo, oncólogo del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, explica que «el de ovario provoca un alto impacto, ya que se cobra la vida de muchas mujeres. Sus síntomas son inespecíficos y la gran mayoría de las pacientes morirán por su culpa. Por ello, necesitamos mejorar las herramientas de diagnóstico, además de los tratamientos para alcanzar la cronificación de la Patología».

La complejidad de los tumores ginecológicos precisa, como apuntan los expertos, de unidades oncológicas multidisciplinares. En ellas debe haber ginecólogos, oncólogos, cirujanos hasta psicooncólogos… con el fin de poder abordar todos los problemas y las dificultades que plantean estos cánceres.

Más allá de la curación

En algunos casos, superar el tumor sólo es el principio. Una vez que se ha ganado la batalla al temido cáncer, llega el momento de convivir con las terribles secuelas que dejan los tratamientos y, sobre todo, la falta de información sobre ello. Lola Fuentes, una paciente que habló con A TU SALUD sobre su caso, recordaba que ella fue un caso atípico de cáncer de endometrio, pero que lo peor no fue superarlo, sino lo que vino después.

«Tuve que afrontar una menopausia aguda, que dio un giro radical a mi vida. Someterme a braquiterapia supuso que tendría que lubricar mi vagina de por vida, tenía cambios de humor frecuentes y agresivos, sufría imprevisibles sofocos… Y nadie me dijo cómo superarlos, fui yo sola aprendiendo ‘‘truquitos’’ para llegar hasta hoy, que lo tengo dominado», cuentó Lola.

Desde Asaco se asegura que muchas mujeres se han acercado a la asociación en busca de respuestas que no han podido encontrar en su médico, «porque no todos los especialistas, una vez te has curado te dicen cómo responderá tu cuerpo tras los tratamientos».

INFORMACIÓN PARA LAS AFECTADAS: Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco)Correo electrónico: [email protected]éfono: 915631801Web: www.asociacionasaco.com