Estos episodios de gran intensidad en la que una mujer se radicaliza a velocidad de vértigo y, enamorada de un terrorista, decide viajar a oriente medio para casarse con miembro de Estado Islámico parecían relegados a capítulos leídos en 2015 o 2016. Pero no. Todavía se dan. La Policía Nacional ha detenido en Cullera una mujer española que iba a cumplir el enunciado anterior que, además, deseaba convertirse en una “martir”.
La operación dirigida por la Audiencia Nacional y que ha contado con el apoyo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y Europol (la agencia policial europea) ha puesto fin a una carrera de radicalización que había llevado a su protagonista a dejar el trabajo y consagrarse a preparar su viaje. Ansiaba encontrarse con el hombre con quien quería casarse. Conoció al terrorista que se iba a convertir en su futuro marido en las redes sociales. Nunca se habían visto en persona.
Para sufragarse el viaje, algo que se había convertido en su gran misión vital, se dedicó a reunir cuanto dinero pudiera. Recurrió para ello al pequeño tráfico de drogas, convertido en su principal fuente de sustento y ahorro, explican a este diario fuentes policiales.
Como otras novias europeas de la yihad, la radicalización de la detenida fue meteórica, según relatan las fuentes policiales. Tras unas primeras comprobaciones tras llegar a las antenas policiales que por Valencia se movía una mujer que mostraba inclinación por un rigorismo musulmán extremo, se confirmó que la encartada “había sufrido un cambio radical, pasando de llevar una vida totalmente occidentalizada a vestir el niqab y defender los preceptos más radicales del yihadismo”, afirma la policía.
Había llegado a mostrar su apoyo a “atentados terroristas, como la reciente decapitación de un profesor francés por mostrar las caricaturas de Mahoma a sus alumnos”, explican fuentes policiales.
Los responsables de la investigación pudieron constatar que en enero pasado había viajado a hasta Turquía y había entrado en contacto con elementos del Estado Islámico asentados en el noroeste de Siria. Los contactos con estos círculos no cesaron a su regreso a España sino que se intensificaron en forma de envíos de dinero. Hasta 5.000 euros llegó a enviar a miembros del Estado Islámico.
Los planes de la detenida de casarse y consagrar su vida a la guerra contra el infiel pasaban primero por viajar a Siria a través de Turquía. El periplo estaba preparado para finales de este mes. Tenía prevista la adquisición de documentación falsa que enmascarara su nacionalidad española para no tener problemas añadidos en el paso de determinadas fronteras, ya fuera de la Unión Europea.
