BARCELONA, 10 May. (EUROPA PRESS) –
El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha explicado que durante la noche del sábado, después del fin del toque de queda, había unas 10.000 personas en las calles de Barcelona pero la mayoría «hicieron las cosas bien», cumpliendo las medidas restrictivas de mascarilla y distancia.
En una entrevista en Rac 1, ha detallado que durante la noche se desplegó el máximo dispositivo policial posible, ya que cuentan con unos 17.000 Mossos d’Esquadra y 10.000 policías locales para toda Catalunya, y ha felicitado la coordinación entre los policías.
«Tenemos que tener presente que tenemos la vacuna pero siempre tenemos que tener muy claro que no podemos menospreciar el virus», ha dicho, y ha asegurado que con los índices epidemiológicos actuales no se necesita restringir la movilidad por las noches, pero que son los datos epidemiológicos los que marcarán los pasos atrás.
Ha acusado al Estado de dejadez de funciones y ha remarcado que «es un error someterse al criterio de los tribunales para saber si tiene que haber toque de queda o no» tras haber decaído el estado de alarma.
Sàmper ha explicado que el viernes hubo una reunión con el sector del ocio nocturno y se planteó «abrir de manera lenta, poco a poco y que se empezará por los que tienen espacios exteriores», y respecto a la mascarilla, ha asegurado que viene para quedarse.
