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Un joven homosexual pide ayuda a un sacerdote de Sevilla para volver a ser heterosexual

Esta excepcional entrevista es para conservarla, ahora que nos quieren imponer la normalización de la homosexualidad también a los cristianos incluso por parte de la Iglesia. Persiguiendo y encarcelado a los que citan las Escrituras contra este pecado en un ataque frontal contra la el hombre mismo, la familia y la Ley de Dios

El sacerdote Francisco Javier Domínguez Moreno de la arquidiócesis española de Sevilla, conocido por sus colaboraciones en diversos medios de comunicación digital y audiovisuales (María Visión), presenta desde su blog Adelantelafe el diálogo que ha sostenido con un líder del movimiento ex gay “EPE“, quien interpela a obispos y laicos que fueron parte del pasado Sínodo Extraordinario sobre la familia. El entrevistado del padre Domínguez afirma: “…en el sínodo de la familia no se ha contado con que somos miles de católicos en el mundo entero los que sentimos la AMS (atracción al mismo sexo) y estamos luchando por salir de ella”.

Padre Francisco Javier Domínguez: Hola José, ante todo darte las gracias por tu valentía al querer compartir con tantas personas todo lo que has vivido y cómo te has sentido tras las últimas noticias sobre el sínodo de la familia. En primer lugar me gustaría preguntarte cómo fue eso de querer ponerte en contacto conmigo para que te entrevistase y contar lo que ahora nos dirás. ¿Qué fue lo que te llevó a dar este paso?

José: Hola Padre Javier, me alegro mucho de poder estar aquí con usted aunque al principio no fue fácil dar el paso de escribirle el correo electrónico para venir a verle, ya que lo que tengo que contar es bastante complejo. Todo comenzó cuando un día lo vi por televisión en uno de sus programas donde la gente llamaba en directo y hablaba con usted. Siempre tenía una palabra de aliento para las personas que llamaban y nunca doraba la píldora, miraba por la salvación de esas almas. Me daba mucha alegría ver que usted no descafeinaba las cosas, sino que daba mucha claridad a las personas para que vivieran como verdaderos cristianos. Y algo me dijo en el corazón que fuera a verle a los estudios de televisión, pero nunca me atreví. Hasta que el lunes cuando abro el correo veo que un amigo me envía un enlace con una nueva web católica y veo su fotografía. Para mí fue providencial, ya que tras las noticias sobre el sínodo de la familia me he sentido muy incomprendido y necesitaba que de alguna manera también se escuchara la voz de tantos que viven el mismo sufrimiento que yo. El mismo lunes de madrugada le escribí el correo y tres días después aquí estoy. Espero que Dios me ayude.

Padre Francisco: Dios nunca te va a abandonar José, somos nosotros los que muchas veces nos olvidamos de Él. Así que adelante. Me decías en el correo que tienes 25 años y que desde que eras muy pequeño sentías dentro de ti la atracción hacia personas de tu mismo sexo ¿verdad?

José: Así es padre. Hasta hace tres años, yo siempre había creído en una forma poco interiorizada que la homosexualidad era algo de nacimiento, algo que te toca y tienes que aprender a vivir con ello, aceptarlo… A pesar de creer esto, en mi interior sentía que eso no era así. No me sentía bien, yo no quería ser homosexual, sentía una división entre mis aspiraciones y mi condición sexual. Y tras leer un libro de Nicolosi que me dejó un amigo en la facultad donde estudio me di cuenta que lo que sentía en mi interior no era falso, yo no tengo que estar “condenado” (Digo esta palabra porque para mí es un auténtico sufrimiento) a ser homosexual, yo puedo luchar por quitar este lastre de mi vida que no me ha dejado ser libre durante todos estos años. Y desde aquel momento lucho por ser libre para amar y para entregarme a los demás como Dios me pide: como varón, desde mi ser masculino. Para algunos amigos míos ser homosexual no es un problema, y lo respeto. Pero en mi caso si lo he vivido como un gran sufrimiento.
Nos han intentado hacer creer que la AMS (Atracción hacia el mismo sexo) era de nacimiento, y yo lo creí. No os podéis imaginar la liberación que sentí cuando leí el libro de Nicolosi, o el de Cohen cuando dicen que no hay base científica, genética… El que no tenga una base genética, el que la AMS no sea de nacimiento me permite ser libre para luchar por mi heterosexualidad, la que Dios me dio.

Padre Francisco: Me decías en el correo que hubo una frase de ese libro de Nicolosi que te lleno de fuerza algo así como que la masculinidad en el hombre no es simplemente una condición natural… es más bien una conquista. Que todo homosexual es un heterosexual latente.

José: Exactamente. Cuando leí estas frases el aire entró en mis pulmones con mucha fuerza, liberando, fortaleciendo, animando… ¡Puedo luchar por sentirme y ser un hombre de verdad! ¡Puedo luchar por volver a la heterosexualidad que Dios me dio! Toda una aventura se abrió en mi horizonte de vida. Comencé un sueño que durante años le pedí a Dios y por fin llegó la respuesta. Yo respeto mucho a los que quieren vivir la homosexualidad, pero yo no lo quiero para mí, y pasé muchos años de mi vida creyendo que tenía que ser homosexual sí o sí. Cuando vi estas palabras me cambió la vida.

Padre Francisco: ¿Qué ha supuesto para ti el descubrir que de la homosexualidad o AMS (Atracción al mismo sexo) se puede salir?

José: En cuanto pude ver que de la homosexualidad se podía salir y que no era de nacimiento, la primera pregunta que vino a mi cabeza fue ¿Por qué yo? ¿Qué ha ocurrido en mi vida? Y empecé a releer mi historia y ver cómo a pesar de tener una familia que lo han hecho lo mejor que han podido y sabido, mi desarrollo se ha visto frustrado en la masculinidad por muchas carencias, ausencias… por parte de mi padre, abuelo y una gran sobreprotección por parte de mi madre, mi abuela y mi tía. Como un pajarillo fui entrando poco a poco en la cárcel que para mí es la homosexualidad, que me aseguraba el bienestar y la seguridad aparente ante mis miedos, mis dudas… Ahora me doy cuenta que cuando uno busca constantemente el no sufrir, el refugio ante la adversidad… cuando uno no planta cara… ese refugio se convierte en una cárcel. Y ahora tengo que salir de ella, sabiendo que no hay llaves, que hay que cortar todos los barrotes aunque muera en el intento. Pero poder respirar el aire de la libertad en algún momento, aunque sea en el último suspiro de vida es la ilusión que me mantiene vivo.

Padre Francisco: ¿Qué es para ti la homosexualidad desde todo lo que has estudiado en estos años?

José: En primer lugar decirle que hoy sé que no soy homosexual, ya que la AMS (Atracción hacia el mismo sexo) no es una “identidad sexual más” (como nos quiere hacer creer), sino la manifestación de heridas, vacíos, procesos de deficiente o problemática maduración, incluso traumas vividos en tu más tierna infancia que han influido negativamente en tu desarrollo psico-afectivo-sexual. Nadie “nace” con AMS. Ésta se adquiere a lo largo del camino motivada por unas causas que podemos descubrir y sanar o madurar. Quizá esto te suene nuevo y extraño padre Javier, a mí me pasó lo mismo, pero cuando comienzas a leer, a formarte de manos de los mejores psicólogos, psiquiatras, antropólogos… Descubres unas verdad que está muy oculta en la sociedad de hoy y sobre todo debido a la ideología de género.

También he de dejar claro que no pienso que la AMS propiamente hablando sea una enfermedad como tal, pero sí la manifestación, el síntoma, la exteriorización de estas heridas, vacíos, carencias, traumas.

A lo largo de nuestro proceso de crecimiento y maduración física, psicológica, afectiva, sexual,… es frecuente que se den situaciones que afectan e influyen negativamente en este proceso: problemas, vacíos afectivos, ausencia de modelos y referencias de masculinidad, relaciones conflictivas, vivencias que han impedido madurar, traumas,… Esto repercute en la maduración y en el crecimiento y se manifiesta de distintas formas en función de cada persona, situación e historia. Una (no la única) de estas manifestaciones es la AMS: es el “aviso”, el “grito” que tiene nuestro ser más profundo para decirnos que “algo no está bien” en este proceso de maduración y que requiere atención.

Padre Francisco: ¿Crees que dos hombres se pueden enamorar?

José: Esa es otra de las cosas que ya se va desmontando de mi cabeza, esa certeza falsa de que puede existir el amor y la felicidad verdadera entre homosexuales. No es cierto, al menos desde lo que he estudiado hasta ahora. Es una mentira que nos han vendido y que nuestro niño pequeño interior se quiere creer para no luchar por salir de la jaula.

Un hombre puede creer conscientemente que acepta sus deseos por el mismo sexo, e incluso celebrarlos pero en lo más profundo de sí mismo siempre estará en conflicto. La naturaleza hizo al hombre complementario a la mujer y limitarse a la igualdad de su propio sexo es mirar al mundo con un solo ojo. No creo que ningún hombre pueda nunca estar en paz viviendo una orientación homosexual, al menos yo no lo conozco.

A pesar de todas las experiencias homosexuales que he tenido, ahora que miro hacia atrás veo que siempre fallaba algo, siempre se buscó lo mismo sin llegar nunca a encontrar nada. Y lo peor es que desde esa jaula de la homosexualidad solo se ve entre barrotes y desde tan poca distancia que no tienes perspectiva para ver todo lo que te estás perdiendo. Ahora veo que las relaciones homosexuales eran como estar dos jaulas juntas con dos pájaros encarcelados donde solo contaba lo que entraba por la ranura de los barrotes: un poco de físico, el pene, el tocar… pero todo en cautividad y una cautividad de dos hombre cautivos.

Yo creía que no podría salir nunca de la jaula de la homosexualidad, ahora sé que hay una terapia que me ayudará a salir.

Padre Francisco: ¿Y cómo se sale de la homosexualidad?

José: Aquí está la aventura, tengo que emprender un gran viaje no al centro de la tierra, sino a las profundidades de mi vida. ¡Tengo que descubrir América! Sé que no es fácil, pero en ello me juego mi felicidad y mi vida.

Yo no concebía la homosexualidad como un desorden, la concebía como algo que me había tocado. Pero ahora sé que es algo que hay que ordenar. Yo creía que el problema lo tenía con las mujeres, y para mi asombro el problema que tengo que solucionar es con los hombres. Ya que he de madurar la masculinidad.

La MASCULINIDAD es la forma en la que se manifiesta el SER VARÓN en la relación con los demás y con el mundo. Por lo tanto, afecta a la TOTALIDAD de la persona, en todas sus dimensiones (corporal, psicológica y espiritual) y en todas sus facultades o cualidades (inteligencia, voluntad y afectividad). Es el ROSTRO del SER, de la IDENTIDAD de la persona desde la que ésta se abre al encuentro de los otros, de la realidad y de Dios.

La AMS es la “huida” ante la masculinidad dormida, un escape, una mentira. En lugar de tener el VALOR de despertar y cultivar la propia masculinidad, con esfuerzo, trabajo y sacrificio, se huye buscando (proyectándose) y apropiándose de esa masculinidad en los otros.

Por ello, una de las características más importantes a cultivar en la verdadera masculinidad es el VALOR, el CORAGE, la FORTALEZA de AFRONTAR todos los “perros salvajes” que aparezcan en la vida, es decir, todos los PROBLEMAS y RETOS, personales y sociales, sin miedo, sin huida, con decisión y con la determinación de sacar lo mejor de sí mismo.

Esta actitud ante la vida llenará el corazón de seguridad y confianza en ti mismo, de gozo, paz y alegría profunda, la alegría de saber que se está haciendo lo que se DEBE y no lo que APETECE (GUSTO-CAPRICHO). Esa es la fuente de la verdadera LIBERTAD y la más hermosa escuela de la SOLIDARIDAD.

Como puede ver padre Javier, tengo que conquistar América.

Padre Francisco: En esa conquista de la masculinidad, ¿Qué características debes ir asumiendo y fortaleciendo para no errar en un estándar de masculinidad que se nos vende hoy en día como fuertes, recios, anti sentimientos, los hombres no lloran…?

José: Precisamente una de las cosas que estoy aprendiendo es que lo que yo entendía por ser masculino está muy lejos de la realidad.

En esta terapia te das cuenta que a más masculinidad, más sensibilidad y más afectividad. Pero sin confundir éstas con la “blandenguería” o con la “flojera” y “niñería”. Todo lo contrario. Es la sensibilidad y la afectividad del que tiene el valor de “crucificarse” cada día en la cruz del amor solidario y sacrificado por los más necesitados de nuestro mundo (cercanos y lejanos, pues para el que ama no hay “distancias”, ni “barreras”, ni “fronteras” ni “banderas”. El amor rompe todo lo que divide). Y para esto, hay que tener ¡mucho valor ¡ y ¡mucha personalidad.

La Verdadera Masculinidad libera a la persona con AMS de la “cárcel” y de la “máscara” (mentira) de la dureza y reciedumbre de carácter como expresión de masculinidad, quebrando el muro en el que ha blindado su maravillosa vida interior y liberando la más hermosa sensibilidad y afectividad vivida como “determinada determinación” de entregar la vida en amor de Cruz.

La Falsa Masculinidad busca los primeros puestos para ser el primero, el más importante, el más admirado, el más valorado,… La Verdadera Masculinidad busca el lugar desde el que poder servir y amar más, sin preocuparle la valoración propia sino el bien del otro.
Para ser capaces de buscar el lugar desde el que amar y servir, hay que tener mucha personalidad, mucho valor, mucha interioridad y mucha espiritualidad. El superficial y mediocre buscará el bienestar propio. La verdadera masculinidad buscará siempre el Bien de los otros. Su Felicidad estará basada en el amor a los otros. En ese amor se encuentra y se madura la interioridad (hondura), la solidaridad (anchura) y la espiritualidad (altura). Eso es la “Cruz”, Manantial y Escuela de Masculinidad y de Amor.

Padre Francisco: José, acabas de hablar de terapia. Es decir ¿Hay una terapia para salir de la AMS? Si un chico lee tu entrevista y se siente identificado ¿Qué debe hacer?

José: Si, padre Javier, hay una hermosa terapia para todos aquellos que sienten la AMS y quieren volver a sentir la atracción por las mujeres y desarrollar así la masculinidad.

El mismo compañero que me pasó el libro de Nicolosi me escribió en una hojita de papel una página Web: http://www.esposiblelaesperanza.com/ (EPE)

Aquí encontré una familia de cientos de hombres y mujeres que han sentido lo mismo que yo. Han vivido pensando que la AMS era para siempre y de repente aparece EPE con un hermoso itinerario donde uno va desarrollando la masculinidad o la femineidad (en caso de las mujeres) para ser verdaderamente felices. Es un regalo de Dios.

Y por ello me decidí a escribirle padre Javier, porque creo que en el sínodo de la familia no se ha contado con que somos miles de católicos en el mundo entero los que sentimos la AMS y estamos luchando por salir de ella, ya que tenemos la certeza de que se sale porque en EPE lo hemos palpado con nuestros ojos. Y al igual que en España existe EPE, en todo el mundo existen asociaciones de hombres y mujeres que han salido de la AMS o están saliendo.

¿Saben los obispos y las personas que han participado en el sínodo de la familia que existen personas con AMS que no quieren ser homosexuales, sino luchar por ser hombres y mujeres íntegros como les pide sus conciencias?

Padre Francisco: Muchas gracias José, ojalá que a través de tu entrevista muchas personas conozcan esta otra cara de la moneda, que realmente a mi me ha dejado impresionado. Que Dios te bendiga a ti y a EPE.