Los jubilados y pensionados siempre pensaron que luego de cesar su tiempo laboral, tendría la oportunidad de descansar y viajar para conocer Venezuela.
Podrían dedicarse a conocer la geografía nacional y deleitarse con las playas; o quizás las montañas.
Caminar y ver atardeceres sin pensar en qué comer o en cómo hacer para que el pago de la pensión le alcance. En cambio, con una economía fracturada y un conflicto sociopolítico, lo que les preocupa es la restitución de la democracia en Venezuela y sentir que con el sustentyo económico les alcanza para vivir.
El aumento de 18.000 a 40.000 bolívares no es suficiente y hay muchos ciudadanos que saben, que no cuentan con servicios de salud que les garantice una vida estable y segura.
Para los adultos mayores, los problemas no son solo económicos. Y existen aún muchos que podrían aportar soluciones al país en el ámbito laboral, social e incluso aportando alternativas de desarrollo en las áreas productivas.
Muchos aseguran que el chavismo, está muriendo, consideran que representan el pasado de Venezuela.
DDC/LJ