En la VIII edición del Foro Regional Esquipulas, personalidades como el exsenador colombiano Juan Manuel Galán o el candidato presidencial salvadoreño Nayib Bukele, coincidieron en que el mundo, pero principalmente Latinoamérica, vive una transición de la política «de antes», la de los caudillos y las ideologías, a la igualdad de oportunidades y los grandes desafíos, con una visión más «humana».
Una mezcla de generaciones y visiones invadió los salones de un exclusivo hotel en el sur de la ciudad de Guatemala, en donde se habló de la recuperación de la memoria para evitar repetir el pasado, de la regulación de las droga, o el respeto al ambiente y la importancia del conocimiento «ancestral» de los pueblos indígenas.
La presidenta de la Fundación Esquipulas, Ana Isabel Prera, señaló que los «linajes políticos de siempre» son obsoletos y que las respuestas están «en brindar soluciones actuales a los problemas actuales», y no en los discursos que fomentan «la xenofobia, el racismo y el machismo».
Ese «caudillismo» es el que le ha «hecho tanto daño a las democracias en la región», así como «el clientelismo», que es un «lastre» que se ha constituido como el «caldo de cultivo para la corrupción».
Bukele sostuvo que para avanzar en el desarrollo, «no podemos hacer lo mismo que se viene haciendo en la política desde hace 200 años y esperar resultados diferentes», por lo que recomendó dejar de «pensar en ideologías», las cuales «no valen nada», porque la gente quiere «igualdad de oportunidades».
Apeló por la inversión en educación y seguridad para «reducir la migración, que es la fuga de nuestra riqueza más grande, que es nuestra gente».
Galán, por su parte, señaló algunos desafíos clave para América Latina como la memoria, el narcotráfico, la modernización de los partidos políticos o el populismo, que ha conseguido que «la democracia en Estados Unidos se tambalee, con los discursos de su presidente (Donald Trump) que a provocado reacciones xenófobas, racistas y fascistas».
Como impulsor de la Ley de Marihuana Medicinal de Colombia, Galán abogó por la «integralidad» de la lucha contra las drogas y sus cimientos históricos en Colombia, que han permitido que la niñez tenga como «héroe» al narcotraficante Pablo Escobar (1949-1993) y que «aún hoy se busque detener el problema con guerras» en vez de atenderlo desde la perspectiva humana y sanitaria y la «regulación total».
Pero poco de futuro tendrá la política y el desarrollo sin la visión de los pueblos indígenas, a decir de la exministra de Cultura de Guatemala y defensora de los derechos humanos Otilia Lux de Cotí, quien advirtió del declive de los pueblos provocado por «un poder hegemónico que se cree superior a las culturas indígenas».
El desarrollo sostenible, dijo, «está vinculado al ordenamiento del ambiente», al «fin de la criminalización contra los defensores del territorio y al respeto de los derechos humanos».
Antes habrá que entender que «la Tierra no nos pertenece, pues nosotros pertenecemos a la Tierra», como dijo Ana Isabel Prera, o, como concluyó Galán: «las personas somos transitorias».
EFE / MV
