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Argentina pena en tranquilizar a los mercados

En la presidencia pro tempore del G20, Argentina ha recibido el apoyo político de las principales economías, especialmente de Estados Unidos, pero sigue enfrentando problemas por la salida de capitales especulativos.

«Estamos trabajando para normalizar el mercado de cambios y suavizar los movimientos que hemos visto en los últimos días, pero siempre basado en un programa de flotación de moneda», declaró este viernes el ministro de Economía Nicolás Dujovne en una rueda de prensa.

Luego que el jueves la moneda nacional se depreció 6%, al cotizar a 28,44 pesos por dólar, el presidente Mauricio Macri desplazó a Sturzenegger del Banco Central y lo reemplazó por Luis Caputo, hombre de su confianza y hasta ahora ministro de Finanzas.

Pero este viernes la moneda siguió en caída y cerró a 28,85 pesos por dólar en el mercado oficial, una depreciación de 1,42% respecto al jueves y un derrumbe de 9,95% en la semana.

Esto tras conocerse la carta de intención de Argentina con el Fondo Monetario Internacional, que le ha acordado un auxilio de 50.000 millones de dólares de dólares en tres años, el mayor en la historia del organismo multilateral.

«Hay una retirada de inversores (de los países) emergentes, general y global, que está dada justamente por (la política de) la Fed, que está subiendo tasas y argumenta que subirá dos veces más», destacó la consultora Invertir online.

«Los mercados emergentes se están achicando y recortando todas las acciones.

Brasil está devaluando también», añadió.

Desde el 1 de enero y hasta el jueves la moneda argentina ha perdido 34,96% de su valor.

El pico de depreciación ocurrió entre abril y mayo, lo que llevó al gobierno del presidente Mauricio Macri a pedir el auxilio del FMI.

Argentina ha perdido 12.000 millones de dólares de sus reservas internacionales, valuadas en 49.000 millones y elevó a 40% su principal tasa de interés, la más elevada del mundo.

«La volatilidad se debe a un problema de confianza, con la designación de Caputo, se recupera la confianza porque detrás de ello hay un programa donde aceleramos la convergencia al equilibrio fiscal y se va a restablecer un flujo muy grande con el préstamo del FMI», dijo Dujovne.

– El programa –

Argentina espera recibir el miércoles el primer desembolso por 15.000 millones de dólares de un programa a tres años por 50.000 millones de dólares con el FMI.

De esos 15.000 millones, 7.500 millones de dólares «irán a apoyo presupuestario» y el resto a fortalecer las reservas del Banco Central, indicó el ministro.

Agregó que se comenzará un «proceso paulatino, gradual y preanunciado» para licitar esas divisas y convertirlas en pesos, lo que dará mayor liquidez que «contribuirá a disminuir esas turbulencias que hemos visto en el mercado de cambios».

Asimismo, anticipó que Argentina emitirá letras en pesos a largo plazo para recomprar las letras del Banco Central de corto plazo Lebacs, cuyos abultados vencimientos provocaron en mayo turbulencias en el mercado.

«A pesar del cambio de nombres en el Banco Central, el programa económico del presidente Macri sigue siendo el mismo», dijo Dujovne, basado en la lucha contra la inflación, la reducción del déficit y el saneamiento de la hoja de balance del Banco Central.

– Incertidumbre –

Pese al apoyo del FMI, el cumplimiento de ese programa es visto con incertidumbre.

«El ajuste fiscal no sería tan duro este año, sino en 2019, con una reducción de las transferencias a las provincias, recorte en las obras públicas y reducción del tamaño del Estado», comentó a la AFP Héctor Rubini, profesor de economía en la Universidad del Salvador y la Universidad de Administración de Empresas.

«La viabilidad política del programa va a ser complicada y también la conflictividad social», concluyó Rubini.

En la calle reina la desconfianza.

«Al enfermo le sube la fiebre, el enfermo está mal y lo queremos curar con una pastilla, se ve que hace falta una medida, quizá más drástica, que quizá no sea política, y en ese ínterin estamos sufriendo estos vaivenes», dijo Fabio Allende, 50 años y empresario de turismo.

AFP/ FR