Se dijo que el suceso ocurrió en la parte baja y montañosa del barrio La Guaricha en la referida localidad.
Se comentó que una comisión de la Base de Homicidios del Cicpc, con sede en la población de Mariara, bajo el mando del inspector agregado Luis Cassiany, jefe del citado despacho, se trasladó a ese sector a investigar y ubicar el paradero de unos delincuentes implicados presuntamente en hechos de sangre ocurridos recientemente en esa jurisdicción.
Al avistar a uno de los sospechosos, los sabuesos procedieron a darle la voz de alto e inmediatamente salieron de la zona boscosa algunos gariteros, disparando a los investigadores.
En medio de la situación de violencia resultó muerto el inspector Cassiany, quien recibió varios disparos, cayendo muerto en medio de un charco de sangre.
Asimismo corrió esa misma suerte el detective Jonathan Querales, quien recibió disparos en la cabeza. Su deceso se produjo en el acto e inmediatamente el resto de los compañeros de la víctima, a través de sus equipos de comunicación portátil, solicitó el apoyo correspondiente.
Se dijo que el comisario general Luis Alberto Ollarves, jefe de la Redip Central, ordenó a todos los jefes de los despachos del Cicpc Aragua y Carabobo a trasladarse a la población de Mariara en apoyo a los compañeros que estaban atrincherados en algunas viviendas de La Guaricha, en virtud que lo antisociales poseían armamento de guerra.
También acudieron las unidades de la Brigada de Acciones Especiales en Caracas, Conas, efectivos de la Guardia Nacional pertenecientes a los Comandos Rurales, Policía Municipal de Diego Ibarra, Policía de Carabobo, Policía Nacional Bolivariana, División de Investigaciones y Estrategias Preventivas de la PC y demás cuerpos policiales.
Apertrechados de sus respectivas armas de fuego, chalecos antibalas, motocicletas y unidades patrulleras, entre 500 y 600 funcionarios de todos los cuerpos policiales y militares abordaron la zona montañosa de La Guaricha e igualmente ciertos sectores puntuales que sirven de “nidos de delincuentes”, donde ocultan vehículos solicitados por los delitos de robo y hurto de vehículos.
Así como también ciertos ranchos que fungen como “cambuches” para guardar a los secuestrados y ocultar droga, cometer violaciones y otros actos que van en contra de los principios. Se trató de una razzia.
Durante el operativo los integrantes de la banda “La Guaricha”, incursa en una serie de delitos, especialista en el robo y hurto de vehículos en la carretera nacional de Mariara, siguieron disparando desde la montaña.
Durante el fuego cruzado, al menos 13 hampones de ese bando criminal resultaron heridos e inmediatamente fueron trasladados al Hospital de Mariara, donde fallecieron cuando estaban siendo atendidos por los galenos de guardia y otros fallecieron en el traslado, según la información facilitada a los periodistas de sucesos.
De allí fueron enviados a la Morgue del Hospital Central de Valencia para la identificación a través de la declaración de los familiares y la autopsia correspondiente como lo determina la ley.
Se comentó, de manera extraoficial, que muchos de los abatidos presentan amplio historial por delitos de homicidio, robo y hurto.
Ante la agresividad de los sospechosos con su poderío de armas de largo alcance, se impidió el paso de los periodistas al lugar del suceso, pues no había garantías de protección a nuestra integridad física.
Fuente: El Siglo / AM
