Personal del Instituto Nacional de Migración (INM) de México y Policía Federal detuvo este jueves a dos autobuses que trasladaban a migrantes, que fueron llevados a la ciudad de Hermosillo, donde se iniciará su proceso de deportación, según señaló este organización.
El jueves, a las 23.00 hora local (05.00 GMT del viernes), los autobuses fueron parados en la carretera Hermosillo-Nogales a 28 kilómetros de Santa Ana, en el norteño estado de Sonora.
Las personas que viajaban en el primer autocar fueron repartidas en vehículos de migración y las del segundo, que se negaron a bajar, fueron conducidas por el propio conductor, que siguió las órdenes del INM de conducir tras los coches de migración, indicó el boletín.
Finalmente, al resistirse a vaciar el autobús y no seguir las órdenes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se utilizó la violencia para conseguirlo, según informa esta agrupación.
Éxodo Centroamericano criticó en el comunicado que el CNDH haya formado parte de esta reacción violenta y exige que estos migrantes puedan solicitar asilo y «respetar y garantizar los principios de unidad familiar y del interés superior del niño».
La agrupación asegura que los centroamericanos que viajaban en los autobuses llevaban «casi dos días sin alimento, agua, ni un lugar seguro para descansar», ya que había una parada de aprovisionamiento programada, pero finalmente no se realizó.
«Hacemos un llamado a la sociedad en general a exigir el respeto de los derechos humanos de todas las personas en territorio nacional sin importar su condición migratoria», concluyó el boletín.
EFE / MV
